Una patrulla militar de Ibarra decomisó tres pistolas, una revólver, una carabina, un taco de pentolita y municiones. El material estaba escondido al interior de una vivienda del barrio La Cruz. En el operativo fue detenido Marco M., de 46 años, presunto propietario del armamento. Él dijo que posee los permisos respectivos y que las armas las tenía para protección personal y del ganado vacuno que posee.
Este es el cuarto hallazgo en importancia ocurrido en lo que va de este año. El 5 de mayo, se descubrió 188 tacos de pentolita, 144 ponchos de agua, 96 pañoletas, 95 buzos, 35 camisetas deportivas, cuatro ternos impermeables color verde camuflaje, etc. El material estaba escondido en una vivienda de la comunidad de Malespamba, en Otavalo.
El operativo en el que participaron militares y policías permitió descubrir los explosivos y uniformes. Fue detenido un ciudadano de 33 años, a quien se lo acusó de tenencia ilegal de explosivos y prendas militares. El caso se ventila en el Juzgado Penal Tercero.
Ese mismo mes, efectivos de la Unidad de Lucha contra el Crimen Organizado (ULCO), detuvieron a dos personas de la parroquia San Rafael, Otavalo. Ellos transportaban, en una camioneta, 400 tacos de pentolita desde Quito hasta el Mercado Mayorista de Ibarra. Según uno de los detenidos, un hombre les pagó por llevar cuatro cajas de cartón, pero que no conocían su contenido.
El 2 de septiembre, en el control integrado de San Jerónimo, en la vía Ibarra-San Lorenzo, la Policía capturó a una camión que llevaba 100 uniformes militares. Esa vez fueron detenidos César C., un sargento de reserva del Ejército que conducía el vehículo y Miriam S., su acompañante.
El 10 de septiembre, la Policía capturó 2 000 balas para fusil en el redondel de Ajaví, en Ibarra. Richard C. llevaba la carga en un vehículo que fue detenido.
Imbabura, con rutas a Esmeraldas, Carchi y Sucumbíos, es considerada como zona de tráfico de pertrechos militares que van a los grupos ilegales de Colombia.