El estruendo de dos tiros sorprendió a los propietarios de los locales comerciales de las calles Montalvo y Rocafuerte. Ocurrió ayer en el sector comercial y bancario de Ambato.
El sonido de uno de los proyectiles provino del interior de la agencia de un banco. Un guardia de seguridad disparó en contra de una de las seis personas que supuestamente trataron de asaltar a un cliente de la entidad bancaria que supuestamente había retirado una alta cantidad de dinero.
Eso no se concretó, pues en el momento en que se presentó a la ventanilla el sistema informático no estaba habilitado.
Testigos dijeron que los sospechosos no se percataron de ese detalle y arrancharon la bolsa en la que presuntamente estaba el dinero.
La maleta estaba vacía y la gente que en este momento estaba allí contó que eso provocó la ira de los desconocidos.
Salieron a la calle Montalvo y Rocafuerte, se embarcaron en sus motocicletas y huyeron.
Una vecina del lugar contó que estaban vestidos con traje y corbata. Una de las motocicletas chocó contra un automotor y quedó con la llanta delantera torcida.
En ese instante los armados increparon a un distribuidor de pan. Otras personas que pasaban por allí vieron que le arrebataron la moto en la que se transportaba.
Uno de ellos se embarcó allí. Pero el propietario logró treparse en la parte posterior y trató de forcejear con el sospechoso. Ambos llegaron hasta el sector del parque Rodó, a seis manzanas del banco donde comenzó el hecho.
Pero un disparo en el pecho terminó con la vida del distribuidor de pan, quien tenía 35 años.
Según el agente Fiscal Diego Moreno, la bala ingresó por el tórax y salió por el riñón derecho.
Un informe de la Policía Judicial señala que entre enero y julio del año pasado en Tungurahua se registraron 23 muertes violentas.
Mientras que en ese mismo período del 2012 suman 18.
En el caso de ayer, el comandante de Policía de Tungurahua, Mario Robalino, montó un operativo coordinado entre la PJ y los vigilantes de Tránsito. Eso permitió la captura de dos desconocidos. Se trata de Daniel E. y de Ángel P.
El cuerpo del fallecido permaneció varios minutos cubierto con una sábana blanca facilitada por uno de los vecinos.
Después llegó personal de la Policía Judicial y de la Fiscalía para levantar el cadáver. A la par, el Comandante de Policía dirigía las labores de captura de cuatro personas más. El oficial se trasladó hasta las oficinas de la entidad financiera, desde donde mantuvo comunicación con los agentes.
En la tarde se realizó la audiencia de formulación de cargos en la Fiscalía. Allí se observó que los investigados todavía vestían trajes formales como en la mañana.