El uso de celulares y del mismo sistema de comunicación de la institución facilitó la inmediata movilización de miembros de la Policía durante la protesta de ayer.Los gendarmes, luego de formar y recibir las instrucciones en el patio del Cuartel Modelo, volvieron al lugar, poco menos de una hora después. Fue para cerrar la avenida De las Américas en solidaridad a la protesta de sus compañeros en Quito.“Abajo la cúpula policial”, gritaban los uniformados. Incluso, algunas arengas se escucharon por las radios de los agentes. Cerca de allí, en los colegios Aguirre Abad y Simón Bolívar, los alumnos dejaron las aulas. Se unieron a la protesta quemando llantas junto a los policías.Las tensiones se calmaron un poco a las 11:15. Joel Loayza, jefe del Comando Guayas que se posesionó el miércoles, se dirigió a la tropa. A través del parlante de un patrullero lamentó los asaltos que se estaban dando. Reconoció que esta acción podría traer consecuencias. “Si eso ocurre, los culpables seremos todos, desde la cúpula hasta el último de los policías”.La nueva Ley de Servicio Público prohíbe los reconocimientos económicos por ascensos.José N., por ejemplo, dijo que cumplirá 15 años de servicio el 15 de octubre. “Yo iba a coger unos USD 3 000 por el ascenso. Ahora me quedé sin nada”.Esos estímulos, que se reciben cada 5 años, a partir de los 15 años en la institución, equivale a lo que no reciben por horas extras. Otro gendarme dijo que trabajan entre 16 y 20 horas diarias, “pero no estamos amparados en el Código de Trabajo”.Otro se quejó que deben pagar dos viviendas, una para su familia en su lugar de origen y otra en donde son destinados. “Aquí (en el cuartel) las cuadras son un asco. Además, gastamos en comida, vestimenta, movilización’”.La Asociación de Policías Jubilados se sumó a la protesta. Su presidente, Fernando Samaniego, dijo que llevan dos años luchando porque se respete la homologación salarial. Al otro extremo de la ciudad, hubo uniformados que cerraron la avenida 25 de Julio, junto al Cuartel Sur. Unos 2 kilómetros más adelante, 25 patrulleros policiales impidieron cualquier movimiento vehicular hacia o desde el Puerto Marítimo.En la Base Naval, los marinos se limitaron a observar la medida y a cuidar las instalaciones.