La madrugada del 1 de mayo de 1998, un desconocido disparó cinco veces al Hyundai verde del presentador de televisión Marco Vinicio Bedoya Sánchez, quien falleció al recibir una bala en el abdomen. Nunca se sentenció al autor intelectual.
Esa madrugada, él fue a dejar a una modelo de televisión en su casa, sur de Guayaquil. Cuando el auto estuvo aparcado en la calle, el asesino se acercó y disparó a quemarropa. El fallecido estaba acompañado por su hijo, Marco Vinicio Bedoya Jr., y por un amigo.
Bedoya, herido, trató de escapar, pero estrelló el vehículo. Luego falleció en una casa de salud. Su muerte consternó a Guayaquil. La gente se volcó a despedirlo en su funeral.