La morgue de Esmeraldas tiene problemas. Está ubicada en medio del cementerio y es estrecha. En su interior hay dos mesones donde se colocan los cadáveres. El aire acondicionado se dañó hace un año y los fallecidos que son llevados por la Policía se descomponen con rapidez.
Eso ocurrió con un hombre asesinado hace un mes, en el parque central de la ciudad. Los parientes no aparecieron y fue enterrado en una fosa común.
En lo que va de este año, 10 personas no identificadas han sido sepultadas allí, según el administrador de ese centro, Hugo Angulo. Él pidió a la Policía que no lleve los cadáveres allí, porque el sitio no cuenta con un cuarto frío.
“La falta de espacio para circular dentro de la morgue impide que se realice un buen trabajo a la hora de tomar procedimiento con los cadáveres”, indica un agente de Criminalística.
Los dos mesones donde se colocan los cuerpos para las necropsias están deteriorados. Según un funcionario del cementerio, los cuerpos están hasta cinco días sin que nadie los reclame.
Para el fiscal José Mosquera, el no contar con un sitio en buenas condiciones es un problema.
El domingo, los familiares de dos jóvenes asesinados llegaron a este sitio para identificar los cadáveres. Ocurrió a las 07:00.
Ellos murieron por impactos de bala en medio de un confuso incidente con un policía, en una discoteca del sur de la ciudad.
Los cuerpos fueron colocados sobre una bóveda, porque en la morgue no había espacio. Así lo confirmó Angulo.
Neftalí Lara, padre de los dos fallecidos, estaba molesto. Eran las 11:00 y no había espacio para practicarles la necropsia. Caminaba de un lado a otro, mientras se llevaba las manos a la cabeza.
A los cuerpos de los hijos de Lara, de 62 años, se les practicó la necropsia sobre la misma bóveda donde fueron colocados.
“Cómo es posible que no haya un lugar donde se realice este procedimiento, que no sea de esta manera”, manifestó.
Al lugar llegaron varias personas y miraban cómo los cadáveres se encontraban en el interior de la morgue de la ciudad.