Se podría reducir la inseguridad y violencia que afecta a los jóvenes creando espacios adecuados para ellos. Yo creo que, en Santo Domingo, ellos no tienen sitios a dónde ir. Muchas veces su integridad corre peligro en las discotecas donde se divierten.
Además pienso que hay que acoplarse a los nuevos hábitos de las nuevas generaciones. Ya no se puede inculcarles costumbres de antaño porque hoy vivimos otros tiempos. Prefieren estar con sus celulares donde entretienen su mente.
Sería una buena opción volcar los esfuerzos para trabajar en las bibliotecas. Hay que volver a recuperar estos espacios que deberían ser unos verdaderos laboratorios de aprendizaje o donde haya un buen uso del tiempo libre. A estos lugares deberían acoplarse pequeñas musicotecas y pequeñas salas de cine que les muestren películas interesantes. Eso los alejaría de los peligros de calle.
Otra de las alternativas para los jóvenes es que se construyan más sitios de esparcimiento y deporte. En nuestra ciudad no existen estos espacios.
En la actualidad, algunos de los parques que existen en Santo Domingo de los Tsáchilas son lugares que les sirve a los infractores paras robar y hacer daño a los transeúntes. Lastimosamente las autoridades no sintonizan el sentir de los jóvenes porque hay una visión concentrada solo en los adultos.