Édison Calvachi Cruz
No basta con que la ciudadanía viva con en constante zozobra. Ya nadie está seguro ni en su propia casa. La delincuencia está campante y la Policía no se da abasto; su efectividad en la lucha contra la delincuencia se ve frustrada cuando los jueces los liberan ante el requerimiento de abogados que utilizan argucias, trampas legales.
El asombro es mayúsculo cuando a dos miembros de la Junta Cívica de Guayaquil con el argumento de que han propiciado una acción separatista el Gobierno usa a jueces y fiscales para secuestrar a estos ciudadanos.
“Se le declara al Presidente Correa persona no grata”, ¿Dónde el delito? ¿Cuál la agresión a la Majestad? Basta, señor Presidente, ordene la libertad de aquellos ciudadanos que tienen todo el derecho de protestar. Es un atropello a los derechos humanos atentar contra la libre expresión.