Una adolescente de 17 años plagiada en Quevedo (provincia de Los Ríos) fue rescatada en Perú por la Policía de ese país, hasta donde había sido llevada para ser prostituida.
La menor, de nacionalidad ecuatoriana, había permanecido 40 días confinada en una residencia, en el distrito de Los Olivos, en Lima, bajo amenazas de la organización criminal ‘Los Tratantes de Quevedo‘.
El 10 de diciembre del 2022, una mujer denunció el plagio de su hija en la localidad de Quevedo. Según la denuncia, la joven se encontraba cerca de su domicilio cuando un hombre la obligó a ingresar a un vehículo.
Juan Carlos Montúfar, jefe de la División de tráfico ilícito de migrantes de Perú, indicó que la Policía de Ecuador les comunicó del plagio, por lo que inmediatamente montaron un operativo de inteligencia para buscar pistas en centros de tolerancia del país.
En las acciones de inteligencia participaron también la Homeland Security Investigations y la Operation Underground Railroad, organismos de Estados Unidos especializados en trata de personas y tráfico de menores con fines de explotación sexual.
Los agentes peruanos pudieron identificar a la joven cuando era llevada desde el Cercado de Lima hacia un recinto en el distrito de Los Olivos, recogen medios locales.
En dicho lugar, la organización criminal tenía retenida a la menor en una habitación, donde encontraron un altar con dos cráneos humanos.
Montufar señaló que el altar era usado para brindar culto a la muerte, un tipo de santería que para los miembros de la organización criminal es un tema protección para sus actividades ilícitas.
Falsificaron documento
En el operativo, la Policía logró detener a cuatro miembros de la banda criminal ‘Los Tratantes de Quevedo’ identificados como: Gustavo Roberto Sánchez Ortiz (22), Marco Javier Sánchez López (32), Oswaldo Nolberto Franco Obando (28) y Livintom Bladimir Alvarado Heredia (27).
Sánchez Ortiz usaba identidad falsa en redes sociales y tenía escrito su nombre en árabe. Se hacía llamar Roberto Albeiro Sánchez Gaviria y estaba denunciado como el secuestrador en Ecuador.
El sospechoso era amante de las ‘selfies’. Se tomaba fotos con armas, droga y cervezas, según un reporte del programa Domingo Al día, de Perú.
Los detenidos habían falsificado un documento de identidad para la adolescente, donde constaba que tenía 23 años y usaba el nombre de Andrea Carolina Vergara Bravo.
La menor, según medios peruanos, permanece en una unidad de protección especial donde recibe apoyo psicológico hasta que se gestione su regreso a Ecuador.