El COE de San Vicente se reunió este 5 de agosto del 2020 para analizar la apertura de playas. Foto: Cortesía Municipio de San Vicente.
Las playas Los Perales, Guayacanes, Río Napo, Briceño y Canoa pertenecientes al cantón manabita San Vicente continuarán cerradas hasta la última semana de agosto del 2020. Así lo anunció el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal, tras una reunión que se desarrolló la mañana de este 5 de agosto.
La medida se tomó tras el informe que presentó la mesa de Salud en la que recomendó no abrir para evitar nuevos rebrotes. Lincon Palacios, director distrital del Salud de San Vicente y Sucre, informó que esa zona aún no cuenta con un hospital y suficiente personal médico para atender un rebrote en la población.
Desde el terremoto del 2016, la población de Sucre y San Vicente se atiende en un hospital provisional, que fue instalado en un terreno del Cuerpo de Ingenieros del Ejército en Bahía de Caráquez. Ahí se habilitaron siete camas para cuidados intensivos. “Tampoco tenemos la medicina necesaria en caso de que existan rebrotes por la apertura de playas”.
En la resolución del COE también consta que las playas se abrirán solo si se cuenta con las cámaras enlazadas al ECU 911, señalética, muros para prohibir el ingreso de vehículos a la playa y un informe favorable de la mesa de salud.
En ese cantón se deberán reubicar algunas cámaras del ECU 911 para que enfoquen hacia las playas y no solo al poblado. Otras cámaras deberán repararse.
Según el COE, los restaurantes y hoteles si están habilitados para atender a los turistas.
Las playas de Crucita (Portoviejo), Pedernales, Puerto López, San Vicente y Manta continuarán cerradas por disposición de los COE cantonales. En el caso de la playa de San Jacinto, en el cantón Sucre, el COE tiene previsto reunirse el 6 de agosto.
El COE de Portoviejo ratificó este 5 de agosto que Crucita estará cerrada por al menos 15 días. Pero que los controles con drones y operativos con policías, militares y agentes de tránsito continuarán.
Pese a que la playa estará cerrada, los 33 restaurantes y 18 hoteles ya están autorizados para atender al público con las medidas de bioseguridad. Al ingreso de la parroquia habrá un puesto de control para evitar que se incumpla el toque de queda y vigilar que las personas usen mascarilla.