Según los uniformados, cinco personas integraban la agrupación, la cual operaba principalmente en el distrito Quitumbe, en el sur de la capital. Foto: Cortesía Policía Nacional
Una supuesta banda dedicada a asaltar a clientes de bancos (sacapintas) fue desarticulada ayer, 1 de abril del 2019, por la Subdirección Nacional de Investigaciones contra el Delito de Derecho a la Propiedad (Sidprobac) de la Policía Nacional durante el operativo denominado ‘Avalancha 146’.
Las investigaciones duraron dos meses. Según los uniformados, cinco hombres integraban la agrupación, la cual operaba principalmente en el distrito Quitumbe, en el sur de la capital.
“Cada uno cumplía roles y funciones específicas como seleccionadores, seguridad, ejecutores, derroteros, sacadores, entre otros”, informó la Policía.
¿Cómo operaban? Intimidaban a sus víctimas con armas de fuego para arrebatarles los objetos de valor y el dinero. Luego escapaban en vehículos y motocicletas de alto cilindraje.
Cinco personas fueron apresadas en delito flagrante. Los uniformados se incautaron de dos vehículos y una motocicleta, los cuales “presentaron alteraciones en su sistema alfanumérico“.
Afirman que levantaron otros indicios: un revólver, seis cartuchos de 9mm, USD 140 en efectivo, un inhibidor de señal telefónica, ocho teléfonos celulares de diferentes marcas y modelos.
En la Policía se informó que los sospechosos son investigados por otros hechos delictivos.
Uno es el asalto y robo a mano armada, bajo la modalidad de sacapintas, a un hombre que retiró USD 4000 de una entidad financiera en el sector de Conocoto (valle de Los Chillos), en septiembre de 2018 y que quedó registrado en una cámara de video.
Lo mismo ocurrió con un hombre que sacó USD 2100 de un banco en Guajaló, en el sur, en febrero de este 2019. También por el asalto y robo, con arma de fuego, a un ciudadano en la Ciudadela del Ejército en febrero de 2019.
Los apresados son Edgar G., Alejandro M., Rafael B., Erney A. y
Yamilleth M., quienes fueron trasladados hasta la Unidad de Flagrancia. Las evidencias fueron ingresadas al Centro de Acopio de Indicios de la Policía Judicial bajo cadena de custodia.