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En apenas una cuadra de la calle General Enríquez -entre Venezuela y Sucre-, en Sangolquí, cinco centrales de campaña hacen proselitismo.
Con banderas, regalos y a gritos, jóvenes de distintas organizaciones políticas proclamaban sus consignas y buscaban la atención de quienes transitaban por el Parque Turismo, cerca del mediodía del pasado jueves 28 de febrero.
Sangolquí es parte del cantón Rumiñahui de la provincia de Pichincha y actualmente lidera la lista de ciudades con mayor número de candidatos que se disputan la Alcaldía.
En su caso llama la atención porque tiene 22 candidatos, de los cuales 19 son hombres, y apenas registra 112 603 habitantes y 90 501 electores.
María Villavicencio vive en Sangolquí y cree que esa cantidad de postulantes es una exageración. “Hay muchos candidatos que uno no sabe ni quiénes son”, afirma la mujer de 51 años, mientras recibe una de las plantas que obsequiaba Sociedad Patriótica.
La Dirección de Organizaciones Políticas del Consejo Nacional Electoral (CNE) registra 1 877 candidatos para las 221 alcaldías, con una mayor presencia de hombres (1609) frente a 268 mujeres.
Las edades de los candidatos oscilan entre 21 y 83 años. Los dos más jóvenes están haciendo campaña por la Alcaldía de Junín y Portoviejo por el movimiento Concertación y la de más edad, en Tosagua, de la mano de cinco organizaciones políticas. Estos tres cantones son manabitas.
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Al comparar con las últimas elecciones seccionales del 2014 se observa que hay un aumento de 676 candidatos y la participación masculina apenas bajó del 87,7% al 85,7%.
Las localidades con más candidatos este año no son las capitales provinciales, más bien lideran la lista los cantones pequeños como Rumiñahui. Parte de los candidatos son de alianzas de hasta ocho organizaciones políticas.
Ahí no hay fachada que se salve de la propaganda. En una cuadra con seis casas hay ocho gigantografías con el rostro de los candidatos. El ruido de las promociones de los locales comerciales se confunde con las cuñas emitidas por altoparlantes de los vehículos de campaña que circulan por el centro de Sangolquí.
Al comparar Rumiñahui con Quito se ven las diferencias. La capital de Pichincha es la más poblada del país con 2,7 millones de habitantes y de estos 2,01 millones son electores. Registra 18 candidatos.
En la av. General Enríquez, Sangolquí, se concentra la propaganda proselitista. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO
Detrás de Rumiñahui está Durán, cantón guayasense, en donde 21 candidatos, entre ellos 15 varones, buscan el voto de apenas 195 276 votantes. Esta localidad es la tercera con más personas por km2.
El Puerto Principal, en tanto, es el segundo más poblado del Ecuador, tiene 17 candidatos y 2,04 millones de sufragantes.
En conclusión: los resultados que arrojó la comparación Rumiñahui-Quito también se repiten en el caso Durán-Guayaquil.
El cantón Santa Elena, en cambio, registra un candidato menos que Durán (20) y su número de electores y población también es menor. Pero el caso más peculiar es el de Bolívar, un cantón carchense con 12 791 votantes que deberán escoger entre 18 candidaturas.
Para Santiago Basabe, catedrático de Flacso, hay dos razones para este fenómeno: la Ley Electoral es permisiva para crear movimientos locales. Esto, según aclara, permite a los actores hacer un buen negocio en términos políticos, pues se genera un movimiento propio sin mayor cercanía o disciplina con partidos políticos. La segunda razón es que los movimientos no hacen acuerdos mínimos entre organizaciones.
En el caso de Rumiñahui hay 15 candidaturas de organismos nacionales, cinco provinciales y dos de alianzas de organismos nacionales y provinciales. María Villavicencio recuerda que antes había máximo cinco. Ahora no tiene interés en saber la propuesta de los 22.
Basabe le da la razón y lo ejemplifica así: Si hay cuatro zapaterías, uno tiene donde escoger y decidir, por ejemplo, según el precio. Pero si tiene 20 esto puede resultar agotador. Lo mismo ocurre en el mercado electoral.
Para Medardo Oleas, exmiembro del antiguo Tribunal Supremo Electoral, un tema a discutir tras las elecciones es el cambio de reglas para conformar organismos políticos. Esto limitaría la cantidad de movimientos, que se forman solo para elecciones. Cree que después de los comicios, las organizaciones deberían dedicarse a formar a sus militantes.
Mientras estas reformas se concretan, la campaña en Rumiñahui, al igual que en los otros 220 cantones, se extenderá hasta el 21 de marzo.