México DF. El Universal,GDA
Arturo Beltrán Leyva, alias ‘La Muerte’, ‘El Barbas’ o ‘El Botas Blancas’, aparecía en la lista de los narcotraficantes más buscados del mundo. Su poder e influencia con el tráfico de las drogas se dejaba sentir desde Colombia hasta EE.UU. En México, sus operaciones le permitieron infiltrar las más importantes instituciones de seguridad.
Era considerado por las autoridades de México el máximo jefe de la organización criminal que conformó junto con sus hermanos Héctor y Alfredo. Este último, apodado ‘El Mochomo’, es el único de los Beltrán Leyva que ya había sido detenido el 20 de enero de 2008 por fuerzas especiales del Ejército mexicano.
Los hermanos Beltrán Leyva fueron comandantes del Cartel de Sinaloa, clan criminal que lidera Joaquín Guzmán Loera, alias ‘El Chapo’. Los Beltrán Leyva tenían a su cargo a dos grupos de sicarios: Los Pelones, en el estado de Guerrero, y Los Güeros, en Sonora, y que realizaban crímenes a favor del cartel de Sinaloa.
A raíz de la detención de ‘El Mochomo’, los Beltrán Leyva culparon a ‘El Chapo’ de traición, convirtiendo a Sinaloa en un escenario de sangrientos enfrentamientos entre narcotraficantes.
En 2008, los Beltrán Leyva se unieron a los nuevos jefes del cártel del Golfo, la organización criminal conocida como Los Zetas. Los Beltrán Leyva extendieron su dominio por varios estados: Guerrero, Chiapas, Querétaro, Quintana Roo, Sonora, Sinaloa, Tamaulipas, estado de México y el Distrito Federal.
El reino de Arturo Beltrán Leyva terminó anteanoche. Murió en un enfrentamiento a tiros y con granadas con la Marina de México en un conjunto residencial de Cuernavaca, al sur de México DF.
“Esta acción es importante. Era uno de los tres criminales más buscados”, dijo el presidente de México, Felipe Calderón, desde Copenhague, donde asiste a la cumbre sobre cambio climático.