La Nación, Argentina. GDA
Si el mundo del porvenir es como lo imagina este nuevo juego de Ubisoft, entonces no suena ni un poquito prometedor. Pero el Tom Clancy’s HAWX es tan entretenido que ese detalle puede dejarse en segundo plano.
No hay que confundirse respecto del HAWX . Aunque las siglas provienen de High Altitude Warfare Xperimental Squadron , este título no es un simulador de vuelo. Hay aviones, sí. Pero si el lector está buscando situaciones, controles, armas y contramedidas realistas, el rey sigue siendo el increíblemente longevo Falcon 4 (www.lead-pursuit.com ).
HAWX es más bien un arcade con aviones dóciles, gráficos increíbles, armas inteligentes, un ‘stock’ inagotable de enemigos, sonido del mejor y diversión hasta ampollarse con el ‘gamepad’.
Está situado en un futuro cercano, con ejércitos y fuerzas aéreas privadas y guerras ‘pyme’. La historia es contemporánea, de otro título de la serie Tom Clancy, el Ghost Recon Advanced Warfare, y nos coloca en el inmisericorde personaje de David Crenshaw, que tras una primera misión es reclutado por una empresa militar llamada Artemis Global Security y enviado con sus veteranos del aire a repartir misiles sin pausa.
El argumento de HAWX procede a involucrarnos en varias peripecias donde el terrorismo es el hilo conductor. Historia que, claramente, puede ponerse al margen no solo por lo trillada, sino también porque al final todo es más o menos automático y pautado, hasta que no subimos al avión y ahí se suelta un infierno de gráficos, sonidos y explosiones.
Como es característico de los arcade, la regla es piensa poco y dispara mucho. Con unos pocos botones del ‘gamepad’ se controla todo, incluyendo a los obedientes laderos. Los aviones enemigos son tan fáciles de derribar como resistentes los nuestros.
Sin embargo, lo que el rival no tiene de hábil y robusto le sobra en número. Prepárese para tirar misiles de hasta cuatro a la vez con un solo botón y ver caer docenas de contrincantes en llamas.
La oferta de aviones aumenta conforme avanzamos, hasta llegar a 50 (desde el indetectable F-117 hasta el nórdico SAAB-39), lo mismo que el arsenal, pero a la larga todo se reduce a reflejos rápidos. Divertido, rápido y con misiones individuales difíciles de conquistar, HAWX entretiene bastante como para amenizar la guerra cotidiana aquí abajo.