¿Cómo es geológicamente la quebrada Guanga Huayco, de donde bajó el aluvión a La Comuna y La Gasca?
El fenómeno se dio por tres factores. Uno: geográficamente la quebrada tiene una pendiente muy grande. Tratando de graficar es como este ejemplo: Richard Carapaz gana los premios de montaña con pendientes del 10% y 12%; esta (del aluvión) puede llegar a más del 50%; es decir, cinco veces más de lo que se ve a Carapaz subiendo, que pareciera que escala una pared. Es una quebrada sumamente lineal, sin obstáculos. Dos: las lluvias fueron extraordinarias. Se acumularon 75 milímetros en 22 horas, es mucho y sobresaturó el suelo. Tres: está comprobado que en la parte media alta de la quebrada se producen deslizamientos pequeños, por la sobresaturación. Bajaron tan rápido y en el camino fueron incorporando materiales sueltos, ganaron masa y velocidad y rápidamente llegaron abajo.
¿Qué pasa en la zona?
En el área próxima a las obras de contención y a la avenida Occidental, por debajo de La Comuna, hay depósitos de lodo y escombros que se van a mover con el agua de la quebrada, pero ya no tienen esa energía. Se requiere una vigilancia y mantenimiento permanente de los colectores, que ya fueron habilitados.
Si llueve fuerte como ese lunes, ¿habrá algún riesgo?
En Quito llueve por barrios, lo que nos dice que en el invierno puede generar lluvias en las diferentes cabeceras y microcuencas. Pero no se descarta totalmente la posibilidad de que llueva sobre la misma quebrada. Si acudimos a la historia vemos que no hay repeticiones de aluviones en un mismo año. En 1917 hubo eventos pequeños en esa zona, pero no se repiten en el año.
¿Qué peligro aún existe en esta zona del desastre?
Hay una situación postraumática. Cualquier lluvia es un drama, porque parecería que es el inicio de un fenómeno igual. Ante eso se comunica mejor y permanentemente sobre las lluvias. La Empresa de Agua Potable instala pluviómetros en la parte media de la quebrada y La Gasca. Puede ser que la lluvia sea muy fuerte en La Gasca como ayer (domingo), pero que no sea grande en la parte alta. Una lluvia en la parte baja no va a movilizar lodo.
¿En este momento qué se hace en gestión de riesgos?
Este problema nos alerta sobre condiciones persistentes de riesgo en esta quebrada y en las otras, y no solo por estos problemas. Este evento empieza a cambiar la percepción del riesgo en las autoridades y los quiteños.
No solo sobre aluviones…
Sirve para reflexionar sobre el conocimiento más específico sobre el riesgo, como el instrumento que permita tomar decisiones. El riesgo, por ejemplo, no es el terremoto sino la conjunción del evento natural con la exposición y vulnerabilidad. Si conocemos lo que está en riesgo en términos económicos, sociales, salud y vida es más fácil invertir en mejorar las protecciones. Lo ocurrido en la quebrada Guanga Huayco nos ha enseñado lo que estaba expuesto y lo que pasa si hay un aluvión. Es una necesidad importante ver el resto de quebradas y evaluar las obras de protección.
Entonces, ¿en la ciudad no hay conocimiento real de los riesgos, la exposición y la vulnerabilidad de Quito ante los fenómenos naturales?
Aquí y en el resto de los GAD, los sistemas de riesgos son de respuesta, reactivos y de mucha generación de protocolos de organización institucional. El sector privado está muy poco presente y exige que se lo incluya para entender el riesgo, preparativos y coordinar la respuesta.
¿Qué medidas técnicas se van a tomar a mediano y largo plazo en la zona destruida?
Hay un plan de recuperación y reactivación de la parte física y humana. Además, se va a preservar la memoria y generar espacios para que la ciudad aprenda. Tiene que ser un sitio de interpretación del problema y de conocer los sistemas de alerta temprana. A corto y mediano plazo se implementarán esos sistemas en esa quebrada y otras. A largo plazo es la oportunidad para formular un plan maestro de gestión de riesgos en el Plan Urbano de Uso y Ocupación del Suelo, con acciones para reducirlo.
¿Qué otras zonas de Quito tienen riesgo de aluviones?
Quito está asentada a los pies de 4 macizos volcánicos. Antes era solo el Pichincha, pero la ciudad crece rápidamente hacia el Atacazo, las faldas del Casitagua y Pululahua. Las quebradas terminan en colectores hechos por el hombre, pensados para el agua y no tanto para flujos de lodo. En función de estas realidades geográficas, las lluvias y los posibles disparadores de fenómenos están en las cabeceras de tal vez 50 quebradas, que tienen cuencas pequeñas, pero suficientes para producir problemas. La ciudad sí respondió con los proyectos de Laderas del Pichincha 1 y 2. Se hicieron obras de protección en 33 quebradas en los 90 en la administración de Rodrigo Paz, Jamil Mahuad, Roque Sevilla; en la de Paco Moncayo se desarrolló la red de colectores subterráneos para llevar más volumen de agua.