Estudiantes de escuelas y de colegios cruzando la calle por zonas no permitidas es una imagen muy recurrente. La falta de señalización, en unos casos, y el irrespeto a las señales de tránsito, en otros, incrementa el riesgo de accidentes y causa trancones alrededor de los centros educativos.
A las 12:20 del pasado lunes, las aceras de las cuatro calles que rodean al Colegio Simón Bolívar estaban llenas de personas. La mayoría era estudiantes. En tres minutos, solo tres alumnas cruzaron la calle Olmedo por el paso cebra, pintado frente a una de las entradas del colegio. No hay señales verticales que adviertan el cruce peatonal.
Otras 24 estudiantes aprovecharon la lentitud del tránsito para cruzar la vía entre los vehículos. Para Isabel Naveda, estudiante de décimo año, la señalización alrededor de la institución educativa es de poca utilidad. “Los choferes no respetan las señales”.
Como parte del plan Seguros a Clases, el Municipio y la Policía realizaron trabajos de señalización horizontal y vertical en 82 centros educativos. La inversión fue de USD 60 095. Hasta finales de octubre, se tiene prevista la intervención en otros 58 planteles, hasta completar 140 establecimientos. En Quito hay 2 284 centros educativos.
Frente a la entrada de la calle Manabí no hay cruce cebra ni señales verticales. En cambio, tres estudiantes de noveno año se colocaron un chaleco naranja con bandas reflectivas para ayudar a sus compañeras a cruzar la calle. Dayana Bunsi, Mishelle Asimbaya y Karen Chinchín se turnan para sostener dos letreros con la señal roja de Pare.
No todos los conductores se detienen frente a las señales, pero descienden muy despacio por la empinada calle. También hay jóvenes que no cruzan por la zona de seguridad delimitada con dos conos naranjas.
A inicios del nuevo año escolar, el Cabildo distribuyó un kit de seguridad vial entre 100 colegios. También se ofreció capacitación.
En las brigadas del Simón Bolívar también participan cerca de 50 padres de familia y profesores, de forma voluntaria. Diego Jarrín, subinspector general, aseguró que hace falta más capacitación. La educación vial no es parte del pénsum de estudios. Sin embargo, Jarrín afirmó que las prácticas que realizan las estudiantes que participan en las brigadas ayudan a generar consciencia sobre la seguridad vial.
En el Colegio San Pedro Pascual, no hay brigadas de seguridad y la educación vial tampoco se dicta como materia. Frente a la puerta del colegio, la zona de seguridad peatonal no está demarcada. Tampoco hay señales verticales.
A la hora de salida, se ve un grupo de jóvenes que caminaban por la calle Chile. Un jeep avanzaba por la vía, pero los jóvenes no intentaron subir a la acera. El conductor redujo la velocidad hasta que los chicos se percataron del riesgo y se movieron. No hubo presencia policial.
La Ley de Tránsito establece una multa de USD 13,20 para las personas que no transiten por las zonas de seguridad peatonal. Según el reglamento, los menores de 18 años están exentos de la sanción. En el 2010, el 17% de arrollamientos en Quito fue a menores entre los 5 y 16 años.
Para César Alarcón, estudiante de tercero de bachillerato, no es necesario demarcar zonas de seguridad peatonal porque la vía tiene un bajo flujo vehicular.
Milton Espinoza, inspector general, aseguró que la educación vial, pese a que fue establecida como una política de Estado, aún no se ha implementado como parte de la formación escolar.
Frente al Colegio del Consejo Provincial, en Solanda, se repararon las luces de los semáforos vehiculares y peatonales. También se pintaron pasos peatonales según el nuevo diseño establecido en la norma INEN. Junto a los semáforos se ven dos líneas blancas que forman un corredor para el cruce peatonal. Estas señales se respetan muy poco.
A lo largo de la av. Ajaví se veían grupos de jóvenes que caminaban por la calle, ocupando uno de los carriles de circulación vehicular. También hay conductores que se estacionan ilegalmente en la reducida avenida, lo que origina trancones a la hora de ingreso y salida de clases. En el sector no había control policial.