Ximena Escudero habla del proceso para la conservación del Patrimonio Cultural de la Humanidad.
En el año en que Quito recibe su cuarta distinción a escala internacional y es la Capital Americana de la Cultura 2011. ¿Se puede decir que su patrimonio es adecuadamente valorado por los quiteños y por sus visitantes?La gente sí está consciente del trabajo que se ha realizado a lo largo de todos estos años. Parte de esa apropiación se debe también al esfuerzo de las administraciones municipales. En la calle escucho a la gente preguntarse, ¿Qué será del patrimonio ahora que ya desapareció el Fonsal?
¿La sustitución del Fonsal por el Instituto Metropolitano de Patrimonio y la reducción en el presupuesto, que se sentirá en este año, podría poner en riesgo el futuro del patrimonio de la ciudad?
Según como se reorganizó la institución, no creo que vaya a afectar al trabajo que se ha venido haciendo.
Usted fue parte del equipo que participó en la postulación de Quito como Patrimonio Cultural de la Humanidad, en 1978. ¿Qué le hizo merecer a la ciudad ese reconocimiento?
En primer lugar, las características que hacían del Centro Histórico uno de los más grandes y mejor conservados de Latinoamérica. Otra de las razones por las que Quito obtuvo la membresía fue que se presentó toda la documentación requerida.
¿Qué trabajo fue necesario para incluir a la capital en el primer listado de Patrimonio Cultural?
Cuando Rodrigo Pallares, director nacional de Patrimonio Cultural, me hizo leer la carta de invitación de la Unesco, yo le dije que postulemos a la iglesia de La Compañía. Él fue más ambicioso y me pidió, como Directora Nacional de Catalogación, preparar una investigación para incluir a todo el Centro Histórico.
¿Cómo empezó, entonces, su trabajo?
Lo primero que hice fue subir al Itchimbía y comparar el trazado urbano de ese entonces con los planos antiguos de Quito. Me di cuenta de que la ciudad había conservado su configuración original prácticamente desde su fundación. Obviamente, había que tener en cuenta que las edificaciones eran del siglo XIX y XX, con excepción de las iglesias y conjuntos religiosos que fueron el plato fuerte de la nominación.
¿Qué ayudó a conservar la estructura básica del Centro de la ciudad?
Algunas ordenanzas que se emitieron a su debido tiempo y que impidieron el derrocamiento de algunas casas. Otras que habían sido derrumbadas fueron reconstruidas con el mismo estilo.
¿Y cuáles fueron los límites que se establecieron para la nominación?
Por el norte está la calle Manabí. Hacia el este, la Montúfar y la Paredes. Por el sur, la av. 24 de Mayo y al occidente, las calles Chimborazo e Imbabura. Estos límites prácticamente incluyen las iglesias y conventos del Centro.
¿Hasta ese año, qué lugar ocupaba la conservación del patrimonio en las agendas políticas de la ciudad?
Antes de la nominación, el Municipio había establecido algunas ordenanzas que permitieron la conservación de la mayor parte de edificaciones. Pero el trabajo fuerte del Municipio empezó a partir de un terremoto que afectó a la ciudad, en 1988.
¿Qué consecuencias tuvo esta catástrofe sobre el patrimonio colonial?
A raíz del terremoto se creó un Fondo de Salvamento para la Conservación del Patrimonio y por resolución del Legislativo, la restauración y conservación del patrimonio fue delegada al Municipio y de este al Fonsal. Así nació la institución con autonomía administrativa y financiera.
¿Cómo se financió el proyecto de reconstrucción?
Al inicio, cuando Quito obtuvo el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad, la Unesco dio presupuesto para la catalogación, restauración de bienes artísticos, arquitectura y arqueología. En 1988 se creó el Fonsal y la conservación del patrimonio tomó un nuevo impulso. Desde entonces, Quito es la ciudad que más ha invertido en la conservación de su patrimonio.
¿Esa designación puede ser revocada?
Si. Si el patrimonio está deteriorado se puede revocar la categoría de Patrimonio Cultural de la Humanidad. Una Comisión de la Unesco viene cada dos años y revisa en el campo el estado y participa de los planes de conservación del Centro Histórico. Además, las intervenciones están reguladas por ordenanzas.
¿Es decir, que todos los proyectos de intervención en el Centro Histórico deben cumplir parámetros?
Hay ordenanzas estrictas con respecto a la alteración, intervención y edificaciones nuevas. Los proyectos deben ser aprobados por la Unidad de Áreas Históricas del Municipio.