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Cuatro sitios para aprender de salud sexual

Los planteles educativos pueden acudir a estos espacios, para recibir charlas sobre adicciones y sexualidad. Foto: Alfredo Lagla / El Comercio.

Los planteles educativos pueden acudir a estos espacios, para recibir charlas sobre adicciones y sexualidad. Foto: Alfredo Lagla / El Comercio.

Los planteles educativos pueden acudir a estos espacios, para recibir charlas sobre adicciones y sexualidad. Foto: Alfredo Lagla / El Comercio.

Parece una broma, pero Katherine Amancha habla en serio cuando comenta: “Un bebé no viene con ropa y todo incluido. No es como un juguete”. Ella tiene 19 años, se embarazó un mes antes de cumplir 18. Así que, con su hija en brazos, no reprime el deseo de dar un consejo a otros adolescentes.

“Si deciden empezar a tener relaciones sexuales, deben cuidarse”. Lo dice sintiéndose bendecida de ser mamá. Pero también, con ese peso que cae sobre quien adquiere esa responsabilidad tan jovencita.

Dejó el primer semestre de la carrera de Finanzas en la U. Central, pues su pequeña enfermó por un mes. Su esposo es vendedor en un almacén. Ambos quieren volver a estudiar.

Ser madre no es un pasatiempo, dura para siempre”, afirma, mientras espera un turno para que un pediatra revise a su niña, afectada por el cambio de clima. Acude a la Unidad de Salud Centro del Municipio, en la Rocafuerte, entre Imbabura y Chimborazo. Allí también la chequea un ginecólogo. Con su pareja, Alexander, de 22 años, han decidido tomar precauciones para no tener más hijos sin planificación.

Katherine usa un implante, que dura tres años. De salud sexual y reproductiva y del plan de vida les hablan en la casa Saber Pega Full, que funciona ahí y también en el sur, norte y en el valle. Allí disponen de métodos anticonceptivos que les entregan. Surgió como una forma de responder a la alarmante tasa de embarazo adolescente en Quito. Una de cada cinco chicas de hasta 19 años ya es madre. El 22% de partos en el Distrito es de muchachas de entre 14 y 19 años.

Carolina Tipán, de 23 años, recibe a las adolescentes en la casa. Al verla como una de ellas, no se avergüenzan, abren su corazón, le cuentan sus temores… Según Carolina, pocas llegan para averiguar cómo cuidarse antes de empezar a tener relaciones sexuales.

La mayoría se acerca asustada por no haber usado un anticonceptivo. La primera semana de enero, dos de las siete chicas de 15 a 18 años, que acudieron, pidieron la pastilla del día después, método de emergencia, que detiene la ovulación.
Otras dos querían realizarse una prueba de embarazo. Una obtuvo un resultado positivo. No sabía qué hacer.

De las siete chicas, solo dos fueron con sus parejas. El ginecólogo del centro, Mario Zambrano, cuenta que en general, las adolescentes se quedan solas con sus hijos. Los padres las acompañan hasta la tercera cita. Y luego desaparecen.

A diario, él recibe a una o dos pacientes, de 14 a 19 años; a veces de 13, en busca de métodos anticonceptivos. Son alumnas de colegios del Centro. A veces vienen junto a compañeras.
“Lo bueno es que buscan este servicio y previenen un embarazo no deseado, que en el país es un problema de salud pública”, señala Zambrano.

María Isabel Roldós, secretaria metropolitana de Salud, sostiene que la capital registra un número demasiado alto de niñas entre 10 y 14 años en cinta. Es menos del 3% de los embarazos de la ciudad, pero resulta que son más de 1 000 niñas.

No descarta que sea por violencia sexual. Por eso a través de la casa Saber Pega Full se busca pasar el mensaje de sexualidad responsable.

En promedio, esas muchachas estudian 2,5 años menos que el resto, en su primer embarazo. Eso disminuye sus opciones de conseguir empleo.

Stefani Pinto, de 18 años, es bachiller del Colegio Quito. Toma clases de inglés y se prepara para rendir en marzo el examen nacional de acceso a la universidad pública. Quiere un cupo en Ingeniería Civil.

Es una de las metas del plan de vida que se trazó, en las charlas con la gente que hoy integra la casa Saber Pega Full. Y que en la administración anterior tenía un pequeño espacio en la Unidad de Salud Centro.

Stefani se reúne con Carolina Tipán y los promotores de Saber Pega Full casi a diario. Se siente cómoda con jóvenes como ella. “Aquí he aprendido lo que nunca me explicaron en casa y el colegio”.

En sus planes no está tener un hijo por ahora. Su objetivo es terminar su carrera y pensar en la maternidad a los 26.
“Carolina nos aconseja pensar antes de actuar. No entregarnos fácilmente”, cuenta. A ella no se le borra algo más que les dijo: “Antes de hacer algo debes pensar en ti, luego en ti y tercero en ti”.

Una prima de su edad tiene un hijo de 6 meses. Ver cómo le cambió la vida le hace enfocarse más en su plan. “Un hijo no es un juego. No lo puedes dejar botado. Llora y ella está ahí; revisar su pañal...”.

La prima quería estudiar Informática. Pero le será más difícil. “La carga está sobre la mujer, es quien pasa las malas noches y está pendiente cuando su bebé se enferma”.

Los promotores de salud les hablan a los chicos sobre las enfermedades de trasmisión sexual. Y les ayudan a dejar atrás mitos. Eso de que no es posible embarazarse en la primera vez o que sirve que el chico eyacule fuera... Algo común es que las muchachas temen engordar por usar métodos.