En el km 12 de la autopista Córdova Galarza, 385 personas trabajan en el ensamblaje de vehículos. Maresa es una de las tres ensambladoras instaladas en Quito. Luis Morales, jefe de producción y control, explica que el volumen de producción depende de la demanda. En promedio se ensamblan 32 unidades por día.
Según estadísticas de la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade), en el 2010 se vendieron 132 172 vehículos nuevos a escala nacional. Con 53 394 unidades nuevas vendidas en el 2010 (40%), Pichincha ocupa el primer puesto en la comercialización de carros.
El control de calidad es uno de los principales componentes de la cadena de ensamblaje. En Maresa, la jornada se inicia a las 07:30. El uso de vestimenta adecuada, casco, guantes y gafas de protección es obligatorio en los talleres. El montaje de la carrocería y del chasís, los acabados exteriores y la instalación de componentes electrónicos, mecánicos y accesorios son rigurosamente monitoreados. Los que pasan las pruebas de calidad están listos para su comercialización.
Según datos del Censo Económico, difundidos por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), los establecimientos ligados a este negocio tuvieron un ingreso de USD 142 millones. Así, la producción de la industria automotriz generó el mayor ingreso promedio por establecimiento en Quito.
Los patios de las concesionarias son las vitrinas donde se exhiben los últimos modelos de automóviles, camionetas, jeeps y camiones. En la concesionaria Chevrolet, en la av. Maldonado y Teodoro Gómez, en El Recreo, Ángel Orellana escucha con atención la explicación sobre las características de un todoterreno y las alternativas de financiamiento.
[[OBJECT]]Orellana vive en el valle de Los Chillos y se moviliza en transporte público. Sin embargo, la mala calidad en el servicio fue una de las principales razones que le motivaron a comprar un auto nuevo. Se decidió por un todoterreno y asegura que la marca la escogió porque es conocida y los repuestos son fáciles de conseguir.
Fernando Baquero, jefe de servicio de la concesionaria, asegura que detrás de la venta de un vehículo hay toda una cadena de servicios que cada marca y concesionario ofrece a sus clientes. Un grupo de 35 personas se encarga de atender el mantenimiento preventivo, correctivo y la venta de accesorios y repuestos en esta sucursal, en el sur de Quito.
Para mantener y atraer clientes, Baquero confiesa que las empresas deben adaptarse a sus necesidades. Por eso, la atención se inicia a las 06:45. “Muchos clientes dejan sus vehículos en los talleres antes de que empiece el pico y placa”. Entre 70 y 90 carros se revisan a diario.
Sentado frente al volante, Orellana se entera de las prestaciones del flamante jeep. La liquidez del sistema financiero y la amplia oferta de crédito han favorecido las ventas. Automóviles, camionetas y jeeps son los que tienen más demanda (118 058 unidades vendidas en el 2010).
Baquero calcula que el 50% de los vehículos son utilizados para trabajo y la otra mitad para transporte privado.
Otro importante rubro en la industria automotriz es la venta de carros usados, con 56 422 unidades comercializadas en Pichincha, en el 2010.
En el patio de autos usados Automotores Quito, en la av. 10 de Agosto y Atahualpa, Xavier Escobar dejó su automóvil Chevrolet Corsa del 2001, como parte de pago de su nuevo Tucson. Fiodor Cevallos, gerente del negocio, le atendió personalmente y le permitió probar el carro.
Desde hace dos semanas, Escobar visitó varios patios y ferias de autos. La recomendación de un amigo y las garantías sobre la procedencia de su nuevo carro lo convencieron para cerrar el negocio en el local de Cevallos.
El administrador explica que Automotores Quito es un negocio familiar. El patio tiene 14 años en el mercado. “Al inicio atendía mi padre. Luego yo me hice cargo del negocio”. Explica que las temporadas en las cuales suben las ventas son en diciembre y abril, por el décimo y el pago de utilidades, respectivamente. En Automotores Quito hay carros desde USD 2 000 hasta USD 65 000.
Cevallos calcula que la mayoría de sus clientes renueva sus vehículos cada dos años, aproximadamente. En el país, el promedio de antigüedad del parque automotor es de 17,5 años.
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Entrevista
Fernando Hidrobo. Presidente de Aeade
‘La falta de transporte público incide’
En la Resolución 450 se fijan licencias de importación para los vehículos y los repuestos y accesorios. ¿Qué impacto tendrá esta normativa sobre la industria automotriz nacional?
Significa el cierre de las importaciones a las partidas mencionadas. La resolución se convierte en un obstáculo para la producción nacional y la importación de vehículos y partes.
¿Afectará al sector laboral?
La reducción de la oferta implicará un ajuste en costos y gastos de producción.
¿Por qué la comercialización de autos nuevos y usados se concentra en Pichincha?
Por la concentración de las instituciones de la Administración Pública y de representación internacional, el crecimiento demográfico, la topografía de la ciudad. La falta de transporte público también es un elemento que incide mucho.