La Policía Nacional implementa un plan piloto en el sector Iñaquito, en el norte de Quito, desde hace aproximadamente un mes y medio.
Al proyecto se lo conoce como Policía de barrio y consiste en anticiparse a los delitos, a través de una relación directa con la comunidad.
Esta iniciativa se aplica en el subcircuito 3 de la zona, que comprende las avenidas de los Shyris, Naciones Unidas, calle José Correa, avenida Eloy Alfaro.
Inicialmente se cuenta con 30 funcionarios policiales que siguen el primer curso de Policía de barrio, en el que se enseña técnicas operativas policiales, resolución de conflictos, doctrina policial, atención al usuario y otros.
La idea es que se el plan se extienda a 50 equipos -conformados por 10 personas cada uno- es decir, un total de 500 policías.
Asimismo, se analiza la posibilidad de que cada grupo cuente con dos patrulleros y ocho ‘scooters’.
El plan busca atacar los delitos comunes en 86% de áreas
Patricio Chamorro, jefe de coordinación operativa de la Dirección Nacional de Policía Preventiva y Comunitaria, señala que han se identificado dentro del país a un 14% de áreas críticas (con problemas crónicos) y 86% con áreas crimífugas (con delitos comunes).
La Policía de barrio se enfocará en las segundas, que tienen que ver con el robo a personas o a domicilios. Mientras que las primeras van a ser intervenidas de manera reactiva con unidades especializadas.
Las áreas críticas -por otro lado- están relacionadas con delincuencia organizada; es decir, el cometimiento de los delitos de mayor connotación. Y en algunos casos hay influencia trasnacional.
¿En qué consiste el plan piloto de Policía de barrio?
Durante quince días, diez agentes policiales hicieron un recorrido por el sector Iñaquito y levantaron información sobre los establecimientos, a través de entrevistas a moradores. Esto corresponde a la fase exploratoria del proyecto.
Luego se hace un análisis en el que se definen los problemas que pueden ser estructurales, sociales, ambientales y se trata de dar una solución. Actualmente, la Policía está en esta fase.
Posterior a eso se realiza una asamblea comunitaria con los dirigentes barriales, autoridades locales y la comunidad para presentar una propuesta de trabajo que minimice los conflictos encontrados.
Una vez que la idea es aprobada se transforma en un plan de acción (respuesta), que se aplica de forma inmediata en el campo.
Finalmente se hace una evaluación de la proporción en que las acciones han beneficiado en la no ocurrencia de delitos comunes, así como en la percepción de seguridad de la ciudadanía. Se prevé que esto se realice después de dos meses.
Moradores a favor de la Policía de barrio
Los moradores ven con buenos ojos la iniciativa de Policía de barrio. Luis Segarra, presidente del Comité de Seguridad del barrio República de El Salvador, comenta que se trata de una gran estrategia que crea una sensación de tranquilidad y unión en el barrio.
A su parecer, el mayor inconveniente que tiene el sector es la venta de droga. “Cada una de las esquinas de la República de El Salvador tienen dueños de mafias organizadas, que se dedican al expendio de sustancias sujetas a control”.
En ese sentido, el dirigente considera que eso radica en la falta de control del espacio público. “Aunque suene disgustante, la autoridad municipal nos debe al sector bastante el tema del control en el espacio público”, agrega Segarra.
Dora Naranjo, representante del Comité de Seguridad de El Batán-Estadio Atahualpa coincide con que es importante que exista un policía de barrio, que esté más cercano a la ciudadanía para abordar los temas de inseguridad.
“Nosotros nos hemos dado cuenta de que los que cometen delitos comunes también son ahora bandas (delincuencia organizada)”, asegura Naranjo, por lo que capturar a los delincuentes serviría para que se haga un seguimiento oportuno y se desarticule grupos –en el caso de que los haya- a través de un trabajo articulado con otras instituciones del país.
Este sábado, 22 de abril del 2023, un grupo de jóvenes pintarán murales artísticos en la av. República de El Salvador y Suecia como parte de la iniciativa, con la intención de recuperar espacios que se han transformado en focos de inseguridad debido a la presencia de personas que venden droga y aprovechan para delinquir.
El anterior fin de semana también se pintó un mural en un pasaje que conecta la avenida 6 de Diciembre con la República de El Salvador, junto al cine.
Alcance a nivel nacional
El proyecto Policía de barrio llegará a 16 provincias, en las que se ha identificado áreas crimífugas, las mismas que están priorizadas de acuerdo al nivel de violencia y del cometimiento del delito.
Las zonas a considerarse son: Loja, Morona, Tena, Quito (Eugenio Espejo), Samborondón/Ceibos, Latacunga, Riobamba, Pastaza, Ambato Norte, Tulcán, Guaranda, Ciudad Blanca, Cuenca Norte, Rumiñahui-Mejía, Orellana Loreto, Lago Agrio.
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