El sol implacable de estos días hace más tortuosa la espera de los usuarios que esperan para ingresar a un centro de Revisión Técnica Vehicular (RTV) en Quito.
El malestar se siente de manera generalizada. Algunos discuten con los vendedores en los exteriores o pitan desenfrenadamente, pese a estar en una larga fila que no avanza. Comparten la desazón del lento proceso de la revisión, entre tomar un turno en línea hasta matricular el automotor.
Para Christian Brandauer, de 34 años, el último mes ha sido un completo viacrucis. Es un ciudadano alemán, quién creció en Ecuador y luego regresó a su país natal. Pero desde diciembre pasado está en Quito. Hace un mes decidió comprar un auto del que ahora ya debe su primera multa.
Cuando llega con el turno para la transferencia de dominio lo recibieron con un baldazo de agua fría: debía primero pasar la RTV. Al ingresar al sistema constató la queja de centenares de usuarios en redes sociales: no hay turnos. Suspira y pierde la esperanza. Está decepcionado y visiblemente molesto.
Acude al centro de RTV Bicentenario, en el norte de la capital, pero no le dan respuestas. De una puerta le mandan a otra dependencia para buscar una solución.
Según datos de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), 144 579 vehículos fueron revisados hasta el 7 de septiembre.
De esos, solo 99 649 fueron aprobados y 44 930, calificados como condicionales. Un problema según la autoridad de tránsito es el porcentaje de ausentismo de los usuarios. Un 11% de los turnos registrados no se cumple, debido a la inasistencia de los usuarios.
Pero, en la dificultad por lograr un turno coincide al menos el 90% de los consultados por este Diario en los centros Bicentenario, Los Chillos y Guamaní. El promedio de tiempo de espera para acudir a un centro es de tres semanas y de dos para lograr obtener la cita.
En el caso de Brandauer debía cumplir con todo el papeleo en 30 días, de acuerdo con la ley. Sin embargo, por la falta de turnos no ha podido avanzar.
“Es inaudito que encima te multen por algo que no es tu responsabilidad”, reclama. Su piel blanca se volvió rojiza por el sol y el enojo de no tener respuesta. “Tiene que salir y volver por la otra calle al balcón de servicios”, le indica una guardia en la puerta del centro.
Ya no sabe qué hacer. La multa tendrá que pagarla de todas maneras y su tiempo se sigue yendo entre ir y venir en dependencias.
Con resignación cuenta que pagó a una mujer en el sector de la Naciones Unidas, para que le ayudara a tomar un turno. Le cobró USD 3 “hasta conseguir” la tan ansiada cita, cuenta.
Finalmente, se retira a seguir preguntando por ayuda en el siguiente edificio. No puede evitar la comparación con el sistema alemán que no permitiría “este tipo de atropellos”, señala.
Hay otro tipo de usuarios inconformes. Los que sacaron la cita, esperaron semanas y acudieron a uno de los centros. Tras pasar la RTV esperaron por su adhesivo el parabrisas, como es habitual, pero no se los entregaron. Alba Ortuño lleva un mes sin recibirlo y se niega a ir a retirarlo y hacer la larga fila. Tiene una papelería en el sector del parque de Chillogallo y asegura que perdería todo el día de trabajo por ir esa gestión.
Sanción
La multa por no presentarse a las RTV es de USD 25 y por calendarización para la matrícula corresponden otros USD 25.