En las calles Imbabura, Rocafuerte, Cuenca, Benalcázar, en el Centro Histórico, funcionan talleres donde se restauran, retocan y hasta se fabrican esculturas de todo tipo. Son talleres artesanales y pequeños que funcionan en locales estrechos y antiguos.
Allí, los artistas trabajan sobre mesas de madera y con pocas cantidades de materiales inflamables. Gonzalo Gallardo, escultor, explica que el material que más utiliza en su oficio es el yeso. También trabaja con fibra y madera.
Los materiales inflamables más peligrosos que tiene en su taller son la resina y el tíñer, pero ambos químicos los ocupa con poca frecuencia y en cantidades mínimas. “Solo cuando es necesario”.
“Utilizamos más el yeso para restaurar. Hacemos todo tipo de imágenes. Soy parte de la cuarta generación de una familia con esta tradición. No son materiales peligrosos si hasta trabajamos en la restauración de los lastimados de la piel”, dice Gallardo.
Para el artista, en los locales pequeños no hay riesgo de incendios, como el ocurrido el pasado sábado en el sector La Floresta. Allí, según la versión de los trabajadores, el tíñer habría facilitado la propagación del fuego.
Ayer, hasta el cierre de esta edición (16:00), el Cuerpo de Bomberos del Distrito todavía no tenía el informe detallado de lo ocurrido en el incendio del taller de restauración Alma San José.
En ese local se fabricaban y comercializaban esculturas e imágenes en fibra de vidrio. En la mañana del lunes, los Bomberos hicieron una última inspección para detectar las posibles causas del incendio, que mató a una niña de seis años, hija de una obrera.
Máximo Aguirre, otro escultor del centro, cuenta que utiliza laca, acrílicos y tíñer. Estos materiales los guarda en frascos pequeños o en botellas plásticas. Prefiere utilizar pinceles, y no el compresor, para pintar. “En fábricas grandes se utiliza el tíñer, pero no creo que sea tan riesgoso. En todos los talleres de por aquí más se trabaja en retoques. Se utiliza yeso y resina”.
En los pequeños talleres del centro, la manipulación de materiales inflamables no es frecuente. Allí se trabaja más en restauración de esculturas, que en su mayoría son religiosas. Aguirre agrega que los Bomberos inspeccionan estos lugares cada año para verificar el uso adecuado de los materiales y de las instalaciones.
Según Mario Rosero, experto en prevención del Cuerpo de Bomberos, se manejan tres categorías en los locales comerciales, según el nivel de riesgo. De acuerdo con esa clasificación se sugieren las medidas de prevención que deben aplicarse en cada local.
Así, en la primera categoría están las tiendas de abarrotes y los salones de belleza, por ejemplo. En la segunda están los talleres, los locales comerciales grandes y las microempresas. Finalmente, en la tercera categoría están todas las plantas industriales.
El local que sufrió el incendio el sábado está en la segunda categoría, por el tipo de materiales con que se trabajaba. En el informe final de los Bomberos se detallará el tipo de materiales que fue encontrado entre las cenizas. El documento será entregado en el transcurso de esta semana.
Rosero agrega que algo fundamental en cualquier negocio son los extintores. Estos deben recibir mantenimiento periódicamente y su recarga debe hacerse una vez al año. Dependiendo del área que ocupa un negocio, también debe contar con una red hidráulica (mangueras para agua) y un plan de autoprotección.
Patricio Calpi, ayudante de uno de los talleres ubicado en la calle Venezuela, ratifica que las inspecciones, por parte de los Bomberos, son anuales y dice que solo les obligan a tener extintores.
Según los Bomberos, los detectores de humo son recomendables en todo tipo de establecimiento e incluso en los hogares, como medida de prevención.
“Esto no debe ser un trámite solo para obtener el permiso, esto tiene que ser responsabilidad de cada empresa, para que todos conozcan”, dice Rosero.
Las inspecciones
Los propietarios de locales que funcionan como talleres deben obtener cada año el permiso de funcionamiento, previo a una inspección de los Bomberos.
La distribución del personal de Bomberos se realiza según las ocho administraciones zonales. Hay 55 inspectores distribuidos en todo el Distrito.
Los químicos y líquidos inflamables deben ser guardados en recipientes adecuados y en sitios con buena ventilación.