Los contenedores dañados fueron retirados de la calles de Quito. Foto: Cortesía
El pedido fue puntual: cuidar los bienes públicos. La incineración de 24 contenedores durante las fiestas de fin de año generó reacciones de las autoridades municipales y también de la ciudadanía.
Tras una primera inspección se fijó un daño económico para la ciudad de USD 52 000. Además, están los problemas que pueden generarse en la recolección de desechos sólidos en los sectores. Se calcula que aproximadamente mil familias pudieran afectarse.
Los daños ocurrieron principalmente en dos sectores del Distrito de Quito. Lo ocurrido con los contenedores generó acciones por parte de la Empresa Pública Metropolitana de Aseo (Emaseo).
Antonio Sáenz, gerente de Operaciones, se refirió a dos acciones. La primera es la colaboración ciudadana: el funcionario solicitó que los moradores llamen la atención a aquellas personas que dañan los contenedores.
Recordó que la multa es significativa. La Ordenanza 332 sanciona con montos que van desde los USD 70 hasta 700 a quienes no utilicen adecuadamente estos recipientes o lo destruyan deliberadamente.
Hay moradores que fijaron sus propios mecanismos de vigilancia. María Isabel Ruiz, presidenta de la Ciudadela Napo Gangotena Sur, dijo que se han organizado para vigilar el buen uso de esos recipientes que “permiten que el sector luzca limpio, ya que el compromiso que hicimos fue cuidarlos físicamente y también depositar la basura de la forma sugerida”.
Para ello, agregó la dirigente, “se ha intensificado el envío de comunicados a toda la vecindad y en los cuales se indica las buenas prácticas para mantener limpio el sitio y en perfecto estado el contenedor”.
Sobre el tema de los años viejos, desde hace varios años, en este sector del sur de Quito tienen la consigna de que antes de depositar los residuos en una bolsa y lanzarlo al contenedor había que echar agua y apagarlo totalmente.
El segundo mecanismo sugerido por la Emaseo es la denuncia del daño de los contenedores al ECU 911 o al 1800-362736. Hay una coordinación previa con el ECU 911 para verificar o evidenciar quiénes son “aquellos malos ciudadanos” y sancionarlos.
Sáenz recordó que personal de la empresa permanece en estas dependencias para, justamente, estar vigilando a quienes mal utilizan estos contenedores. Los ojos de águila también ayudan con esa tarea.
Pero ¿qué ocasionó estos daños? Sáenz atribuyó a la inobservancia de las normas básicas de uso de los contenedores, así como la incorrecta disposición de los monigotes quemados durante las fiestas de fin de año.
Y se lo hizo, según el funcionario, “pese a que se realizó la comunicación oportuna para que los restos de monigotes sean depositados en bolsas selladas una vez que se haya apagado perfectamente, y nunca ponerlo dentro el contenedor sino a un lado”.
Añadió que “siempre hay el ciudadano que disfruta del daño de bienes públicos, y por eso todos los quiteños debemos empezar a proteger los contenedores”. Y agregó que “este asunto no quedará ahí”.
Ya se han registrado ciudadanos sancionados, la mayoría ha tenido llamados de atención y advertencias; sobre todo por mover los contenedores. La Agencia Metropolitana de Control es la encargada de emitir las sanciones que corresponden.
Hay tres tipos de contravenciones. La de tercera clase se refiere a la destrucción de contenedores y la sanción es de dos remuneraciones básicas unificadas. Además, dependiendo del tipo de daño, tendrá que resarcir el bien a la ciudad (alrededor de USD 2 000 cuesta un contenedor), más la multa. Y eso equivale a cualquier daño en el recipiente: incineración, choque o vandalismo.
Emaseo solicitó a los moradores de los barrios del Distrito Metropolitano de Quito que sean los vigilantes permanentes de los contenedores que, hasta este momento, ya suman algo más de 4 500.
Sáenz reconoció que la incidencia de contenedores quemados fue mayor al registrado en el 2014, pues en ese año se reportaron 20. Sin embargo, agregó, bajó el porcentaje ya que el 2015 se cerró con 4 500 recipientes en el Distrito y el 2014, hubo 2 100.