Tensión en el Centro Histórico de Quito por amenazas de comerciantes de volver a laborar en las calles

Las aceras de la calle Chile, Cuenca e Imbabura amanecieron con pintura para demarcar los puestos que van a ocupar si no se soluciona el problema. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

La queja fue unánime de parte de las personas que trabajan en los centros comerciales del ahorro, la mañana de este martes 17 de diciembre del 2019. Aseguran que las ventas informales les ha perjudicado en sus negocios y advierten al Municipio con volver a salir a laborar en las calles si no se soluciona ese problema.
En la esquina de las calles Chile e Imbabura se reunió un grupo de comerciantes esta mañana para tratar el problema. Se ratificaron en la posición de que si los informales ocupan las vías, ellos saldrán a tomar los puestos que ocuparon antes del 2003, año en el que se llegó a un acuerdo con el Municipio y los trasladaron a los centros comerciales del ahorro.
Ángel Caiza, representante del centro comercial Granada, manifestó que los autónomos no regularizados han provocado que las ventas bajen para quienes tienen locales, pagan impuestos y servicios básicos. “Estamos invadidos y es el colmo que el Municipio no haya tomado medidas”.
Se quejó que las autoridades han entregado y permisos, fomentado la informalidad. Añadió que los 10 000 comerciantes de los centros comerciales del ahorro se han unido y se encuentran en pie de lucha. Por eso, anoche realizaron rondas nocturnas para evitar que los vendedores ambulantes se tomen las calles del Centro Histórico. “Ayer nos reunimos con las autoridades y nos prometieron seguridad con agentes metropolitanos y policías nacionales”.
Su consigna es mantenerse unidos y no ceder. “Somos 10 000 personas, cuando salgamos a las calles, será imposible que nos boten. Allá quedarán botados los centros comerciales”. Su mayor preocupación es que deben pagar deudas, impuestos y servicios básicos, pero no tienen ingresos suficientes.
Las aceras de la calle Chile, Cuenca e Imbabura amanecieron con pintura para demarcar los puestos que van a ocupar si no se soluciona el problema. Sin embargo, en el tramo entre la Benalcázar y Cuenca, unas líneas fueron despintadas. “Hemos registrado pérdidas de hasta el 80%. Nos perjudican informales nacionales y extranjeros”, manifestó William Ponce.
“Vamos a hacer lo posible (para impedir la informalidad), porque va a haber problemas verbales y físicos. No queremos ese tipo de enfrentamientos. Tememos porque esto es bastante grave (...) acarreamos el problema desde hace siete años”, acotó el comerciante.
La gente coincidió que han resultado afectados los propietarios de locales de los establecimientos Granada, Hermano Miguel, San Martín en La Marín, Ipiales Mires, La Merced, entre otros. De hecho, la mañana de hoy 17 de diciembre, el Granada no atendió al público como ocurrió ayer 16. Los comerciantes se ratificaron en la medida no trabajar hasta lograr una solución lo más pronto posible.
Un grupo de agentes metropolitanos, policías y funcionarios de la Agencia Metropolitana de Control se encontraba resguardando el sector desde temprano. Pese a ello, los manifestantes se ratificaron de no ceder y pedir que se elimine definitivamente la informalidad.