El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, tendrá 90 días para realizar un diagnóstico que permita establecer tarifas diferenciadas en las planillas de agua potable en el Distrito Metropolitano. La sesión ordinaria 95 del Concejo Metropolitano de Quito, realizada este 19 de noviembre del 2024, dedicó tres horas y media para tratar la crisis hídrica que pasa la ciudad de Quito.
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El agua, prioridad en Quito
Aunque no fue el primer punto del orden del día, sino el segundo, el problema del agua en Quito fue el eje de la mayor parte de los debates de la sesión ordinaria del Concejo Metropolitano. La gerente de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps), Verónica Sánchez, dio un informe de la situación de las fuentes de agua, abastecimiento y distribución del agua potable.
En la sesión, la mayoría de los concejales que intervinieron, felicitaron la labor de la Epmaps, incluso desde sectores independientes. Wilson Merino, por ejemplo, destacó que esta es la única empresa que tiene utilidades y, sobre todo, la única que ha ejecutado el 83% del presupuesto. Otras instituciones o secretarías, como la de Desarrollo Económico y Productivo, hasta octubre, solo el 3% de los 500 000 dólares asignados para el año. “Solo el 3% cuando estamos en plena crisis económica”, dijo.
Otro concejal, Gabriel Noroña, fue algo catastrófico. “No hay agua. Se nos acabó“. Pero lo que quiso es que desde el Municipio se debe pensar desde una “política pública para que sepamos cómo vamos a afrontar los próximos 20 años”.
Sin embargo, ese no fue el punto polémico del orden del día, sino las tarifas diferenciadas.
90 días para las tarifas diferenciadas de agua
Al final de la jornada, con 12 votos a favor y ocho en contra, el Concejo Metropolitano aprobó el exhorto para que al alcalde Pabel Muñoz haga en 90 días “un diagnóstico y una evaluación” de las tarifas diferenciadas. El objetivo es que, a través de una ordenanza, se establezca “el cobro con tarifa diferenciada sobre el consumo del agua potable en el Distrito Metropolitano de Quito”.
El autor de este exhorto fue el concejal de la Revolución Ciudadana, Adrián Ibarra. Sostuvo que es necesario presentar un proyecto de ordenanza del cobro diferenciado de tarifas de agua potable.
Primero, para el que más gaste o quien haga uso inadecuado del agua potable, pague más que “quienes sí precautelamos el agua”. En segundo lugar, esta diferenciación tiene que ver con el estrato socioeconómico del barrio. “Que en los barrios que tienen mejores condiciones socioeconómicas paguen un poquito más que en aquellos barrios nuestros donde tenemos condiciones socioeconómicas de menor valía”.
¿Apenas un lavado de manos?
Casi todos los concejales manifestaron su acuerdo con una necesidad de pagar una tarifa mayor de agua. En Quito se consume 146 litros per cápita por día, cuando la Organización Mundial de la Salud sostiene que con 100 litros es suficiente.
Para el concejal Andrés Campaña (PS-Suma), el exhorto es un lavado de manos y por eso fue uno de los ocho que votó en contra. Ya el Cootad determina que las tasas del agua potable se determina por el Alcalde, a través de una ordenanza tramitada y aprobada por el Concejo. ¿Para qué, entonces, hacer el exhorto? “No tiene sustento técnico”.
Está de acuerdo con que es necesario actualizar las tarifas de agua. “Ahora pagamos por un consumo de hasta 8 000 litros, pagamos 0,31 USD por metro cúbico; hasta los 15 000 litros, 0,43 USD por m3 y más de 15 000 litros, 0,72 USD”.
Solo por una botella con agua de 600 ml. se pagan 0,50 USD.