La Marcha de las Putas, realizada en Quito el sábado pasado, incentivó la creación de un proyecto político llamado Plataforma Puta.
Según Diana Almeida, dirigente de la Casa Trans, a la manifestación acudieron cerca de 2 000 personas, de diversos géneros. Por esa razón se pensó crear un espacio de debate sobre temas de género. “El objetivo es erradicar la violencia y exigir el respeto la libertad estética”.
La dirigente aspira a que en esta plataforma se aborde la incidencia de políticas públicas en pro de la igualdad de derechos, la revisión del sistema judicial y policial, que revictimiza y culpabiliza a quienes sufren violencia sexual. “No se puede juzgar a una mujer por su manera de vestir. En la Constitución se habla de la libertad estética, pero es un tema que no se respeta”.
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Por el impacto de la marcha en Quito, se está analizando también la organización de una nueva manifestación en Guayaquil. Además, hay una propuesta para que la Marcha de las Putas Ecuador forme parte de un comité internacional promocionado desde Canadá. En ese país la tercera semana de abril se llevará a cabo la segunda movilización de las Putas.
Según la Casa Trans, la protesta no tuvo precedentes porque no solo participaron mujeres, sino también hombres y de la comunidad GLBTI.
Samantha Palma, un transexual de 23 años, considera que la marcha fue un espacio para expresar su rechazo a la situación que se vive en las calles. “Los policías o los transeúntes nos insultan por ser diferentes”.
Sarasuasti Rodríguez (34 años), quien sostenía de la mano a su hija Avi Mendoza, de 5 años, indicó que es necesario romper los esquemas. La niña portaba un cartel en su espalda que decía. ‘Yo no necesito un príncipe azul’. “Las mujeres somos autosuficientes, no es in-dispensable que alguien dirija nuestra vida”.
Carlos Aroca (50 años) fue con su hijo y con esposa a la marcha para apoyar a las mujeres. “Es hora de que los hombres aprendan a respetar a las mujeres”.