El Concejo Metropolitano debatirá una ordenanza para mejorar los 7 000 km de aceras que hay en Quito. El proyecto lo presentó el alcalde Augusto Barrera para garantizar la movilidad peatonal.
La ordenanza regulará el uso, mantenimiento y rehabilitación de las aceras, así como el mantenimiento de los frentes, fachadas y cerramientos.
El proyecto fue enviado a la Comisión de Espacio Público para su análisis y posterior debate. El lunes pasado, Barrera indicó que a las veredas se las utilizan como gradas, rampas de acceso, para lavar carros y como parqueaderos. Incluso, dijo, que hay mecánicas que ocupan las aceras para sus trabajos.
La norma establece cuatro tipos de infracciones: leves, graves, muy graves y especiales.
Las multas van desde el 10% del Salario Básico Unificado hasta 10 salarios, de acuerdo con el lugar y daño. La sanción iría directamente hacia el dueño del inmueble o el tercero responsable del hecho.
Las obligaciones de los ciudadanos serán asegurar un tránsito libre y seguro para el peatón, habilitar mecanismos para la libre circulación durante la ejecución de obras, realizar la limpieza y reparación del espacio después de un proceso de construcción. También será su responsabilidad conservar y cuidar la vegetación existente en las aceras.
Respecto a las fachadas, no se permitirá realizar rayados, pintadas o grafitis, tampoco ubicar publicidad electoral no autorizada por el dueño del predio (si hubiera autorización, la propaganda no debe superar el 20% del espacio).
La ordenanza establece un período de seis meses, desde su vigencia, para que la población realice el mantenimiento y rehabilitación de los espacios.
El Municipio cuenta con 26 comisarios y 40 inspectores para las tareas de control.