Entrevista a Víctor Jiménez, director Ejecutivo de Covial.
¿En el país empezó a regir la nueva Ley de Tránsito. Uno de los cambios sustanciales es el endurecimiento de las sanciones para quienes exceden los límites de velocidad y conducen en estado etílico. ¿En qué medida esto puede ayudar a reducir la accidentabilidad en las vías?Para que se pueda reducir el gran número de accidentes, a escala nacional, es estrictamente necesario que se tenga cero tolerancia con la nueva Ley de Transito, es decir que las autoridades la hagan cumplir al pie de la letra, sin ningún tipo excepción. No es suficiente la creación de una excelente Ley de Tránsito para que se vean cambios, se debe realizar un trabajo conjunto entre las autoridades y la sociedad civil. También hay que sensibilizar a conductores y peatones.
De acuerdo con la nueva normativa, los municipios asumen el control del tránsito. Eso puede generar mucha confusión porque cada Municipio va a implementar su modelo. ¿Está prevista en la Ley una matriz general a la cual se deben regir?
Hay que entender que a pesar de que ahora el manejo del tránsito va a recaer sobre los gobiernos regionales, municipales o metropolitanos, todos ellos tienen un ente regulador nacional. Se rescata la descentralización, pero la Ley se aplica en todo el país. Cada Municipio tendrá la facultad de trabajar en cada una de sus jurisdicciones aplicando la Ley de la mejor forma, respondiendo a las condiciones de cada cantón o ciudad. No es lo mismo el tránsito en Guayaquil, que en Latacunga.
En cuanto a las contravenciones, los choferes ya no tendrán que esperar que los jueces dicten sentencia, ahora lo harán los municipios por vía administrativa. ¿Tienen los cabildos la logística para hacerlo?
No. Los municipios no cuentan con la logística adecuada para poder administrar correctamente el tema de trasporte dentro de sus jurisdicciones. Lo óptimo sería invertir el dinero de las multas en la creación de los espacios e instrumentos que ayuden a la aplicación de la Ley.
En su opinión, ¿cuáles son las falencias que tiene este nuevo marco jurídico?
Considero que esta reforma a Ley de Tránsito es muy buena, sobre todo está acorde con la Constitución de Montecristi. Lo que nos debe importar a todos los ecuatorianos es que hay una directriz para mejorar el tránsito en el país. No se podrá esperar resultados a corto plazo. Estamos viviendo un proceso en el cual más allá de criticar es importante colaborar. Reitero que tenemos que ser radicales en la aplicación de la Ley, y esta tiene que ser cero tolerancia y muy drástica para garantizar la vida de las personas.
Y sobre las responsabilidades de los peatones también es urgente iniciar un plan de educación vial, para educar al peatón. ¿Cómo hacerlo?
En la ciudad todos hemos sido pasajeros, peatones o conductores. La responsabilidad es compartida y hay que aprender a asumirla. Si el día que tengo pico y placa soy pasajero o peatón, tengo que asumir esas responsabilidades. Todos debemos ser educados en cuanto a vialidad. En la primaria, en la secundaria e incluso cuando ya somos adultos. No todas las personas conocen de la reforma a la Ley de Tránsito, así no sea conductor debo conocer la Ley como cultura general. Eso me evitará sanciones.