El objetivo de la firma del convenio es convocar a un diálogo con propuestas concretas para enriquecer al proyecto Solución Vial Guayasamín. Fotografía tomada de la Agencia de Noticias Quito
Este 13 de julio del 2016 se firmó un convenio entre el Colegio de Arquitectos, representantes de distintas universidades de la ciudad y el Municipio de Quito. El objetivo es convocar a un diálogo abierto con propuestas concretas que puedan enriquecer al proyecto Solución Vial Guayasamín, el cual ha sufrido críticas por varios aspectos.
Este acuerdo fue definido como “una muestra de apertura al diálogo y al consenso” por parte del alcalde Mauricio Rodas, quien el 14 de junio había recibido en su despacho a diferentes representantes de la ciudadanía con inquietudes y observaciones que tenían sobre esta obra vial. Según el Municipio, a partir de ese momento el Alcalde inició un proceso de diálogo para recibir propuestas que beneficien al proyecto.
En una rueda de prensa, acompañado por Handel Guayasamín, Presidente del Colegio de Arquitectos, y representantes de la Universidad de las Américas y Universidad San Francisco, Rodas anunció este acuerdo que busca facilitar el diálogo. Se espera que dentro de 30 días se generará una propuesta formal que beneficiará a la construcción de la Solución Vial Guayasamín.
El 28 de junio se organizó el Foro de la Ciudad, donde organizaciones y actores sociales plantearon diferentes observaciones e inquietudes a este proyecto, a partir de ahí, el Colegio de Arquitectos, junto con las universidades, se encargarán de convocar a distintos sectores, identificando sus propuestas y planteando aportes concretas para esta obra necesaria para la ciudad.
“Estamos dispuestos a escuchar, a dialogar con todos. Tenemos la voluntad de incorporar criterios ciudadanos que enriquezcan este proyecto. Pero al mismo tiempo, exigimos que esos criterios sean propuestas concretas, factibles, y que vayan en beneficio de todos los ciudadanos”, señaló el Alcalde.
La Solución Vial Guayasamín tiene cuatro fases constructivas: la primera es la extensión de la calle Juan Boussingault hacia el túnel Guayasamín, la segunda es la construcción de dos puentes paralelos al túnel, la tercera fase es la ampliación de la Interoceánica y la última etapa está enfocada en la construcción de los distribuidores de tráfico en la Plaza Argentina.
El Burgomaestre fue claro en informar que al ser un proyecto que se ejecuta por etapas, la modalidad del contrato permite enriquecer o agregar otros criterios a la idea original.
Esto ocurre el mismo día en que la vicealdaldesa Daniela Chacón, del mismo movimiento del alcalde Rodas, criticó el proyecto y pidió su total replanteamiento al considerarlo como un “parche” y no una solución.