Las dos horas de ascenso en bicicleta a las faldas del volcán Pichincha entusiasmó a Marco Cadena. “Respiré aire puro y la ruta de subida que tomamos con un grupo de amigos no fue complicada”. Cadena culminó el trayecto y se unió a otras personas quienes, a pesar del esfuerzo por el ascenso, sonreían. “Vine de Guayaquil y me divertí con mis amigos mientras subíamos”, dijo Carmen Ramos. Se sorprendió de que la altura (4 100) no le afectó. Era la primera vez que subía a las faldas de un volcán a bordo de una bicicleta. Ella participó del evento rumbo al Pichincha para rescatar su valor histórico y natural que organizó el Municipio de Quito, el último sábado. Una de las cinco rutas señaladas para el ascenso fue tomada por el alcalde Augusto Barrera. Salió de La Chorrera (Toctiuco) y llegó a las faldas del Pichincha luego de tres horas. El punto de encuentro fue en la estación superior del Teleférico. Ahí, los músicos y danzantes matizaron la mañana fría del sábado con sus bailes y melodías. En la estación del Teleférico Barrera anunció la declaratoria de Patrimonio Natural Paisajístico del Pichincha, aprobada por el Concejo, el pasado jueves.Adelantó que a través de esta resolución se creará una ordenanza de protección de las estribaciones orientales del volcán Pichincha y del Atacazo, para preservar el medioambiente. La ruta que escogió Cadena y sus amigos no fue complicada. En el recorrido el grupo de Cadena tuvo tiempo para admirar el paisaje y la diversidad de flora y fauna que encontró en las estribaciones del volcán.
Para fomentar el turismo ecológico, las cinco rutas para el ascenso al Pichincha que se definieron para esta programación se mantendrán. Se colocará señalización en los senderos para la seguridad de ciclistas, escaladores y caminantes. Esto le pareció una buena idea a Diana Cabezas, quien no descartó que volvería a recorrer los senderos. Pasadas las 12:00, Cabezas y sus amigos se quedaron a presenciar un show de danza y música tradicional.Junto a ellos un grupo de excursionistas también recobraban fuerzas. Ellos comenzaron a caminar a las 05:30 desde la parroquia de Lloa. El ascenso a pie les tomó casi siete horas. El cansancio era evidente en este grupo de caminantes. Al final del programa, la mayoría de personas decidió utilizar las cabinas del teleférico para retornas a la ciudad. Pasadas las 12:00 el programa continuaba.