La Plaza Foch en La Mariscal, zona rosa de Quito. foto:archivo / EL COMERCIO
En las calles de La Mariscal, el principal punto de diversión de Quito, la situación es la misma: bares y discotecas con las puertas metálicas cerradas; no hay luces de neón ni música. Pocas personas caminan por esta zona turística de la ciudad. El contraste con lo que sucedía hace apenas una semana es evidente.
Desde el domingo 17 de abril, el Ministerio del Interior suspendió todas las actividades en centros de diversión donde se vendan o consuman bebidas alcohólicas a escala nacional. En lista aparecen bares, discotecas, cantinas, karaokes, salas de billar y galleras. La medida surgió horas después del terremoto que sacudió la costa del Ecuador, como parte del Estado de Excepción.
Hoy, 20 de abril del 2016, José Serrano extendió esa disposición por 72 horas más, hasta el sábado 23. La medida tiene como fin precautelar el orden público a escala nacional, pues un fuerte contingente de policías partió a Manabí y Esmeraldas, las provincias más golpeadas por el sismo. Se quiere evitar problemas derivados del consumo excesivo de alcohol, como riñas callejeras, crímenes, robos contra personas, accidentes…
Hay criterios divididos frente a la medida
El teniente Carlos Izurieta, oficial a cargo del circuito de Policía de la Mariscal, comentó la noche de este miércoles 20 de abril que desde la tarde se hizo un recorrido con la Intendencia para vigilar que la disposición se cumpla. “La mayoría de los empresarios han acogido con beneplácito. Entienden que estamos de luto nacional y hay que acatar la orden”, comentó el oficial.
Sin embargo, en redes sociales hubo criterios divididos frente a esta disposición.
“Es una buena idea. Estamos en duelo nacional y, a mi punto de vista, en vez del dinero que gastamos en licor, deberíamos donarlo a albergues y aumentamos la ayuda”, comentó un usuario a través de Facebook.
Y otro replicó: “La pena es muy grande y las vidas perdidas jamás se podrán recuperar, pero tenemos que continuar. El país necesita que la economía se mueva. No nos vamos a sentar a llorar. Pienso en los múltiples negocios de este tipo que dan trabajo a las personas. Hay personas que viven de esto…”.
Un comentario similar escribió otro usuario. “No estoy de acuerdo. Los negocios tienen que reabrirse para que la economía se reactive. Esos negocios generan impuestos, plazas de trabajo, etc.”.
“Para mí, lo increíble es que ante esta terrible tragedia que vivimos en el país existan personas que sientan deseos de farrear y beber”, apuntó otra joven.
El Municipio de Quito también prohibió las funciones en las salas de cine
Como parte de las medidas tomadas por las autoridades también está la Resolución 001-SGSG del Municipio de Quito. El Cabildo decidió ampliar la prohibición de realizar espectáculos públicos, eventos deportivos masivos y proyecciones de películas en las salas de cine de la ciudad.
La Resolución se tomó luego de que se registraran en las últimas horas fuertes réplicas del sismo que soportó la costa ecuatoriana el sábado 16 de abril.