Durante los 13 días de las manifestaciones en contra del Gobierno Nacional el Centro Histórico de Quito permanece vallado y con resguardo militar y policial. Los locales del Casco Colonial continúan cerrados.
A tempranas horas de este sábado 25 de junio del 2022, ciudadanos se movilizaron al Centro de la capital para adquirir alimentos, otros se congregaron en las calles cercanas a la plaza de Santo Domingo para vender sus productos.
En un recorrido realizado por este Diario en el perímetro de la Plaza Grande se constató el cierre de locales comerciales. La imagen se repetía en las calles Venezuela, García Moreno, Espejo, Rocafuerte, Guayaquil, Mejía y Manabí, donde había restricción al paso peatonal y vehicular. Algunos negocios de comida, ropa y farmacias ubicados en las esquinas de estas vías estaban con sus puertas abiertas a medias.
En la calle Venezuela y Bolívar se levanta una heladería administrada por Wladimir Espín. El hombre relató que durante los 13 días de paralización no han podido vender nada. La situación ha afectado el pago del arriendo, servicios básicos y el sueldo de los trabajadores. Este fin de semana él y sus compañeros abrieron las puertas del negocio para mejorar un poco las ventas. Sin embargo, cerrarán temprano para precautelar la movilización hacia sus hogares.
Un poco más arriba en los locales situados bajo la Catedral Metropolitana el negocio de Guadalupe Tito Flores se mantiene abierto. La mujer es propietaria de una cafetería. “El paro me cerró mi placita Grande pero yo continúo trabajando”, sostuvo.
La propietaria relató que durante estos días no ha podido vender nada, pues su local se encuentra cercado. Los productos no se le han dañado ella los dona a orfanatos cercanos del sector. Con una sonrisa en su rostro comentó que ella ama lo que hace y que no dejará de trabajar por las manifestaciones. “Hoy me quedaré hasta las 15:00”, añadió.
Cerca de la Chile y Cuenca se encuentra la relojería de Efrén González. No abre desde el segundo día del paro, sin embargo, ha acudido durante estas dos semanas para arreglar alguna pieza de reloj que ha sido solicitada por sus clientes.
El tránsito limitado de personas por estas calles imposibilitó el trabajo del González durante estos días. El hombre contó que es la cabeza del hogar y que están sobreviviendo con lo poco que tienen en casa. “Quiero trabajar” es la consigna que pide ante las manifestaciones.
A tres cuadras de la Plaza Grande está el local de calzado de Fany Arichavala. La mujer contó que las ventas se han reducido en estas dos semanas. “La gente no puede venir a ver los productos”. Explicó que decidió cerrar los locales por problemas al llegar a su destino. Sin embargo, hoy aprovechó para visitar el lugar.
El pedido general de los comerciantes del Centro Histórico es la reactivación económica, habilitación de vías y el diálogo entre el Gobierno y las comunidades indígenas.