En la intersección de la calle Manuel Serrano y av. La Florida, en el norte, el asfalto está cuarteado. El viernes, un guardia controlaba que los autos no circularan a altas velocidades por ahí.
Se colocaron cintas amarillas para prevenir a los choferes. Cuando un vehículo pasaba rápido por la av. La Florida, el piso temblaba. A lo largo de las tres cuadras de la calle Serrano, desde la Dávalos hasta la José Herboso, hay tres huecos profundos.
El deterioro de los colectores antiguos produjo filtraciones de agua que fisuraron las calles y afectaron a las viviendas, según la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps). En la casa de Judith de Álvarez, por ejemplo, el piso de la sala, que era de madera, se desprendió hace 15 días y las paredes se cuartearon.
Ella no esperó la ayuda del Municipio y pagó USD 1 500 para colocar cerámica en el piso. Solucionado ese problema apareció otro: en el patio, que sirve como bodega, el cemento también se cuarteó. Los obreros de la Epmaps dejaron en ese patio los pingos y tablas de madera que usaron para apuntalar el asfalto alrededor del hueco que se formó en el ingreso a la casa.
La vecina soporta desde hace un mes el problema. “Los huecos son hondos. Hay hendijas entre veredas y paredes y tengo temor de que otra parte de la casa se hunda en cualquier momento”.
Los técnicos de la Epmaps realizaron pruebas del suelo, el viernes. Con un equipo especial midieron la profundidad en los tramos de la calzada donde hay asfalto trizado. El propósito es controlar que no se formen más huecos. Hasta el momento, en el sector La Florida se registraron cinco hundimientos en las calles.
Carmen Rodríguez, vecina, cuenta que se han realizado reuniones con funcionarios del Municipio. Allí les explicaron que las lluvias de las últimas semanas fueron la causa de los hun-dimientos, por el taponamiento de los colectores.
El agua aumentó la presión en los colectores antiguos. Estas redes recogen el líquido que llega desde las laderas del Pichincha. El sistema sobrepasó la capacidad de los colectores de piedra, que fueron construidos en 1965, según la Epmaps.
Por ello, se realizan obras de emergencia, como estabilizar las bases del pavimento. En la primera cuadra de la calle Serrano, en 15 m de largo, se cambia la tubería. Se calcula que los trabajos concluirán en dos o tres semanas más. En cambio, en el segundo tramo, en La Florida, se repara el colector para aumentar su capacidad.
Se calcula que la obra en este tramo estará en 45 días. Roberto Pillaza pide que más obreros trabajen en los colectores.
Él calcula que pierde USD 400, porque no abre su negocio y por la poca circulación vehicular por las calles del sector.
Los habitantes de la av. De la Prensa y Zamora también denunciaron hundimientos. Esto ocurre seis cuadras más al sur de La Florida. Allí, el gran número de filtraciones obligó a realizar trabajos urgentes y complementarios a la construcción del nuevo colector, que está a 9 metros de profundidad.
Otra emergencia que atendió la Epmaps por el invierno, hace dos semanas, fue en el sector de Turubamba, en el sur.
Allí, 44 casas se vieron afectadas por cuarteamientos. Juan Carlos Cabezas, vecino del sector, cuenta que el problema se agravó desde hace cinco meses, cuando empezaron a construir un tramo del colector para descontaminar el río Machángara.
La Epmaps descarta que la causa de los hundimientos sea esa. Según la entidad, el relleno sobre el cual están asentadas las casas no es seguro. Antonio González, fiscalizador de la obra, explica en un plano que el problema surge por ser un piso pantanoso. “Hace 35 años era quebrada y luego, con el relleno, empezaron las construcciones”.
El Municipio planteó a los vecinos realizar un estudio para determinar las soluciones a los problemas del cuarteamiento de paredes. El resultado estará listo en junio.
La Epmaps afronta más problemas por los daños ocurridos el jueves pasado en la av. 10 de Agosto. El fuerte aguacero dañó el sistema de drenaje pluvial y el asfalto se rompió allí, en la Ascázubi y en la 9 de Octubre.