Ayer se firmó un convenio entre el Municipio y grupos de grafiteros de Quito. Los artistas urbanos se comprometieron a respetar los edificios patrimoniales y la Alcaldía a otorgar espacios de expresión. Formarán mesas de trabajo.
El concejal Freddy Heredia explicó que este es un acercamiento a esa otra ciudad a la que no se le presta atención. Dijo que Quito es diverso y debe haber un espacio para toda la gente.
Fernando Conrado (FX) representó a los grafiteros. Para él, la firma del acuerdo no significa ceder frente a nada, si no trabajar en proyectos para el movimiento hopero y para todos los jóvenes de cualquier cultura urbana.
Mientras en el patio del Centro Cultural Metropolitano se realizaba el acto oficial, afuera Ratona, Kmikc, Anal y José pintaban un mural. Ellos son del colectivo Esquizoide. Con su obra mostraban la cotidianidad, a través de personajes urbanos como policías, niños, vendedores, etc.
La imagen se inspiró en el trolebús. Según Ratona, quien daba los últimos detalles al mural, escogieron ese escenario porque representa un punto de convergencia para los quiteños.
Ella pinta grafitis desde hace cuatro años. Lo hace porque le gusta el color, el olor de la pintura, el movimiento. Para ella, se trata de una actividad que despierta sus sentidos y por eso la practica.
El alcalde Augusto Barrera participó de la firma. Dijo que el Municipio no cree en un Quito de represión, pero sí de diálogo e inclusión. “En esta ciudad las paredes más de una vez han hablado con sabiduría y nosotros no queremos acallar eso. Queremos que tenga un lugar y un valor”, dijo.
Mientras participaba en la minga de limpieza y retiro de la propaganda política, en el Centro Histórico, el presidente Rafael Correa se mostró de acuerdo con que se les destine sitios exclusivos a los grafiteros para que puedan expresar sus ideas.