Este año, la Bandera del Ecuador no solo flameó en los balcones de casas y edificios, también lució en el pecho de las personas.
1 800 estudiantes secundarios, con motivo de la conmemoración de los 189 años de la Batalla de Pichincha, colocaron cintas tricolores a los transeúntes.
“Me parece bien que hagan estas cosas, para que no se pierda el civismo”, opinó Ernesto Casares, mientras Gina Ortega, estudiante del colegio Rafael Larrea, le ponía el listón en el saco.
Los alumnos se distribuyeron en 170 puntos de mayor circulación, como paradas de buses. Las brigadas cubrieron diferentes puntos desde Calderón a Quitumbe. La finalidad: resaltar el espíritu cívico.
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Algunos transeúntes ignoraban a los jóvenes. “Piensan que vendemos las cintas”, comentó Diana Banderas, estudiante de cuarto año del Colegio Darío Guevara. Ella estuvo en San Roque. En ese mismo barrio, en la Plaza Victoria, se inauguró un mural pintado en 300 m² en el piso. La obra la realizaron la Compañía de Arte La Totora, el artista Guido Gómez, moradores y estudiantes de la zona.
Se trata de ramas de laurel y palma que significan la Gloria. En el programa participaron 500 estudiantes de los colegios Darío Guevara, San Andrés, Rafael Larrea, entre otros.
En el otro extremo de la ciudad, en la av. Teniente Hugo Ortiz, se congregaron 19 colegios de la ciudad. Por cuarta ocasión participaron del Desfile Cívico de Bandas Estudiantiles Musicales y Bastoneras Viva la Patria 2011. Las delegaciones, que agruparon a unos 2 000 estudiantes, se concentraron en el redondel de la calle Cacha. Unas portaban carteles, banderas y otras borlas. Los alumnos ataviados de trajes impecables y bien planchados, se mantenían firmes a pesar del intenso sol.
A las 10:15, el toque de las liras del Colegio 24 de Mayo abrió el acto cívico. En la Tribuna del Sur esperaban las barras de los colegios. En las veredas de la av. Teniente Ortiz se acomodaron algunos espectadores.
Entre ellos, 65 niños del Centro de Educación Inicial de La Magdalena, quienes vieron el acto sentados en el borde de la acera. Hubo padres a quienes no les importó que el parterre tuviera hierba crecida y se instalaron ahí para obtener las mejores fotos con las cámaras de sus celulares.
Las bandas avanzaron a paso militar y al son de tambores, platillos y liras que entonaron variadas marchas. Los aplausos no cesaron durante las dos horas que duró el desfile.
A Julio Castro, de 17 años, alumno del Colegio Tarqui, le motiva el amor a la patria y a su plantel. Él cree que con este tipo de actos se fomenta el respeto.
Para Gabriela Armendáriz, del Colegio Municipal Quitumbe, el 24 de Mayo es una fecha histórica que la hace sentir orgullosa de ser ecuatoriana. “Por nuestros héroes somos libres”.
El baile y coqueteo de las bastoneras avivaban las barras en la Tribuna del Sur. Los jóvenes no desaprovecharon la oportunidad para pronunciar piropos.
Tania Gualoto, del San Pedro Pascual, usó un ceñido vestido corto y botas blancas. “Es una fecha para recordar el esfuerzo de nuestros héroes”. Una lluvia de papel picado recibió a las delegaciones en la Tribuna del Sur.