Explosión tras una fuga de gas en el barrio San Luis de Chillogallo, el 28 de febrero de 2015. Foto: EL COMERCIO
Este sábado 28 de febrero una explosión despertó a los vecinos del barrio San Luis de Chillogallo, en el sur de Quito. A las 05:30, doña Lourdes Mera prendió la cocina para calentar los tamales que vende afuera de su casa. Pero un estruendo la sorprendió: una fuga de gas había convertido su casa en una “bomba de tiempo”.
Lourdes Mera, de 84 años, vive con su nieto Pedro Cabrera, de 26, quien tiene una discapacidad del 38%. David Jácome, familiar de la afectada, contó que cuando llegó pronto sacó a ambos de la casa. “Ella estaba inconsciente y él seguía dormido”, dijo.
La mujer fue llevada al Hospital del Sur; sin embargo, sus familiares areguraron que no le atendieron. Luego fue trasladada al Hospital Metropolitano, donde hasta el mediodía seguía sin ser admitida, informaron las autoridades municipales. Luego fue trasladada al Hospital Padre Carollo y, finalmente, fue remitida al Eugenio Espejo, donde fue ingresada en horas de la tarde.
Según el secretario general de Seguridad del municipio de Quito, Juan Zapata, la casa ya no es apta para su ocupación. “Hay daños fuertes en la estructura, un 80% aproximadamente, por lo que tiene que ser demolida”, informó. En este caso la ley solo permite el reconocimiento del 10% del valor del inmueble para su reconstrucción. El funcionario dijo que se puso en marcha el fondo para emergencias y que la afectada recibirá por este concepto USD 2 000.
En el 2014 hubo 18 explosiones con un resultado de 13 personas heridas y un fallecido. Y en lo que va del 2015 ya se contabilizan 10 explosiones con un saldo de cinco heridos y uno en estado crítico. Éste último es el caso de la explosión de La Vicentina, el pasado lunes de carnaval.
Los funcionarios municipales hicieron un llamado a la ciudadanía para que realicen el mantenimiento de las válvulas y tanques de gas. “Estos elementos tienen un tiempo de vida útil, hay que revisarlos y cambiarlos cada cierto tiempo”, aseguró Zapata. Dijo, además, que este tipo de accidentes se puede prevenir si se almacena el gas en sitios ventilados.