En el Parque de las Diversidades hay 30 murales del Festival Cromática Urbana. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
En Quito están mapeados 80 puntos en seis administraciones zonales. Esa es la propuesta con la que el Municipio quiere frenar lo que denomina grafiti vandálico en la ciudad.
El Parque de las Diversidades (ex-Factory), en el sur de la capital, es uno de los últimos lugares en donde se ensayó la entrega de espacios a los artistas urbanos para los grafitis.
En su interior es posible ver diferentes propuestas, colores y mensajes que fueron pintados como parte del Festival Cromática Urbana, realizado en febrero pasado.
La idea de abrir espacios para este tipo de expresiones artísticas es la opción que ofrece el Cabildo. Esto, a la par de la denominada “guerra contra el grafiti vandálico”, anunciada después de lo suscitado con uno de los vagones del primer tren del Metro de Quito.
Los 80 puntos se ubican en las administraciones zonales: La Delicia, Eugenio Espejo, Tumbaco, Manuela Sáenz, Los Chillos y Eloy Alfaro. Sin embargo, según la Secretaría de Coordinación Territorial y Participación Ciudadana del Municipio, aún se está definiendo el proceso para la asignación de esos espacios.
Esa entidad municipal informó que quienes estén interesados en pintar alguno de esos puntos deben presentar una carta en una de las seis administraciones zonales; allí serán asesorados sobre los requisitos que deben cumplir. Lo que sí adelantó esa institución es que será necesaria la presentación de un boceto.
Los pasos deprimidos serán otra opción para el arte urbano. Hasta el momento, según la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), se trabaja en ocho sectores: Carapungo, Puente del Guambra, Universidad Central, 10 de Agosto y Atahualpa; 10 de Agosto y Naciones Unidas; Orellana, San Blas 1 y San Blas 2.
Pero no solo destinó esos ocho espacios sino que hay una intervención para limpiar esos lugares. La Epmmop informó que hasta el momento se arreglaron y pintaron 10 pasos deprimidos (incluidos los ocho que tendrán murales) con un costo de USD 393 884.
Juan Zapata, secretario de Seguridad, precisó que en el tema grafitis se han destinado cerca de USD 1,5 millones. Esos recursos no se utilizaron solo para reparaciones sino también para programas como ActivArte, Si no es Arte a Otra Parte, y en las intervenciones para los murales en los pasos deprimidos de la ciudad.
Andrés Franco es licenciado en Artes y hace grafiti hace 15 años. Mencionó que si bien ya se escucha sobre los 80 sitios, hasta el momento no tienen mayor información sobre esa propuesta municipal.
Para Franco, una de las razones por la que se incrementó el grafiti denominado ‘vandal’ fue porque se cerraron espacios y eventos de gran magnitud en la anterior y actual administraciones municipales.
Desde su visión, el que ahora haya grafitis en murales es una evolución en este tipo de arte. Franco sostuvo que si bien es cierto que el grafiti apareció de manera ilegal y clandestina, ahora son importantes las producciones que se hacen con el tiempo y técnica suficientes.
Pero también hay artistas urbanos para quienes la esencia del grafiti es lo ilegal. Uno de ellos es Gerardo Gallego. Él está vinculado al arte urbano desde hace 12 años y piensa que actos como el que se dio en el Metro de Quito tienen como objetivo enviar un mensaje.
“Desde su nacimiento, el grafiti fue vandálico, insurrecto y contestatario”. Esa es la frase con la que Gallego retrata la esencia del grafiti. Detrás de esta postura, que parecería extrema, hay una intención: el grafiti también es denuncia.
Con esa lectura coincide Hernán Orbea, urbanista. Para el especialista, aunque es un acto punible lo ocurrido alrededor del Metro esto abre la puerta a un debate.
“Detrás de esta manifestación anómala, habría voces y mensajes que podrían ser debatidos de forma incluyente, en la discusión de las prioridades de la agenda de la ciudad. Por lamentables que fueren, estos hechos podrían estar emitiendo mensajes para encontrar formas más maduras de convivencia social”, opinó el arquitecto Orbea.
En tanto, la campaña contra el grafiti sigue. En los últimos siete días, cuatro personas fueron sancionadas por grafitear bienes privados y públicos.