El ciclo escolar en la Sierra y Amazonía ecuatoriana comenzó el lunes 2 de septiembre de 2024. Con este inicio, 1,7 millones de estudiantes regresaron a las aulas, sin embargo, otros no lo pudieron hacer, lo que los suma a las estadísticas de deserción escolar.
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Esta problemática fue abordada en el Concejo Metropolitano de Quito este martes 10 de septiembre de 2024.
Deserción escolar en Pichincha y Quito
La situación de la deserción escolar en Pichincha y Quito sigue siendo incierta, ya que los datos más recientes provienen del informe de Estadística Educativa 2023. Este informe indica que la provincia tiene 725 310 estudiantes, lo que representa el 16.78% del total nacional.
La tasa de deserción escolar en Pichincha es del 1,85%, lo que equivale a aproximadamente 13 500 jóvenes entre 16 y 17 años que dejaron sus estudios.
En Quito no se cuenta con cifras actuales sobre deserción escolar. Sin embargo, se ha reportado que 300 jóvenes abandonaron el sistema de educación municipal durante el ciclo académico 2022-2023.
Causas de la deserción escolar en Quito
El vicealcalde Darío Cahueñas explicó en el Concejo Metropolitano que la pobreza es la principal razón por la que muchos jóvenes abandonan sus estudios. Un 4,3% de los hombres y un 3,5% de las mujeres entre 15 y 24 años trabajan. Tienen una alta prevalencia de pobreza por ingresos en este grupo, lo que afecta al 19.9% de la población.
Esto significa que dos de cada 10 quiteños en ese rango de edad viven en condiciones de pobreza.
En 2022, el 3,9% de los jóvenes entre 15 y 17 años trabajaron en algún momento. El porcentaje fue mayor entre las mujeres, alcanzando el 4,3%, mientras que en los hombres llegó al 3,5%. Cerca de 20 900 jóvenes de entre 15 y 17 años se ven obligados a trabajar debido a su situación económica, lo que afecta su capacidad para asistir a clases y mantener un rendimiento académico adecuado. Esta situación provoca la deserción escolar.
Propuesta de ordenanza para combatir la deserción escolar
El Concejo Metropolitano de Quito discutió en primera instancia un proyecto de ordenanza, propuesto por Cahueñas, para prevenir la deserción y mejorar el rendimiento académico mediante ayudas, becas e incentivos educativos.
Cahueñas señaló que cerca de 13 500 estudiantes en Quito abandonaron sus estudios por factores como la pobreza.
El proyecto tiene como objetivo mantener a los jóvenes en el sistema educativo y mejorar su rendimiento a través de inversiones en tecnología y la implementación de incentivos no monetarios, tales como:
- Pases para el transporte público municipal.
- Entradas gratuitas a museos y actividades recreativas y culturales.
- Boletos para espectáculos organizados por el Municipio de Quito.
- Acceso a balnearios municipales.
- Oportunidades para realizar pasantías o prácticas preprofesionales en entidades del Distrito Metropolitano.
Analía Ledesma, presidenta de la Comisión de Educación, subrayó que las barreras económicas limitan el acceso a una educación de calidad, especialmente para los jóvenes más vulnerables.
Implementar incentivos educativos representa un acto de justicia social, comentó Ledesma.
El Concejo programó un segundo debate sobre esta normativa en los próximos días.