Más de 1 000 personas se congregaron este 28 de marzo del 2018 para el Arrastre de Caudas en la Catedral Metropolitana. Foto: Galo Pagual/ EL COMERCIO.
En presencia de más de 1 000 asistentes, se realizó la ceremonia religiosa que se inició a las 12:00 de hoy, miércoles 28 de marzo del 2018. Algunos de los asistentes arribaron a la Catedral muy temprano para ganar un puesto.
Los fieles se abarrotaron en la iglesia para admirar el paso de los canónicos y sus largas túnicas negras que ocupaban gran parte de los pasillos de la Catedral, esta ceremonia estaba acompañada por una marcha fúnebre que era entonado por un viejo órgano. Las personas al acercarse la procesión se ponían de rodillas mientras que otros con sus celulares capturaban cada momento de esta tradición católica.
La ceremonia se desarrolló en un ambiente melancólico, fúnebre, con luz fue tenue, el sahumerio y el incienso que llegaron a los sentidos de cada fiel que acudió a la Catedral.
Este ritual religioso fue traído a América durante la conquista, anteriormente se celebraba en las catedrales de Lima y Sevilla. Ahora, esta tradición sólo perdura en Quito.
María Paucar de rodillas pedía por la salud de sus hijos y familia, sus ojos se cristalizaban y unas lágrimas recorrían su rostro, explicó que por su trabajo no pudo llegar temprano y obtener un asiento. “la misa la recibí parada, yo vengo cada año porque sé que cuando le pido a Dios todo me va bien, además es una oportunidad para pedir perdón por cada acción negativa que uno realiza”, expresó.
Hubo personas que no pudieron ingresar a la Catedral. Sin embargo, miraban muy atentos por la pantalla que fue instalada en la Plaza Grande. René Moncayo, con su caminar pausado, con la ayuda de su bastón y su nuera llegaron a la plaza a buscar un sitio que fuera visible para observar la ceremonia. Es la quinta ocasión que asiste y debido al tráfico del Centro Histórico no pudo llegar temprano y fue la primera vez que se quedó afuera