90 casas en riesgo por la erosión de la quebrada Carretas, norte de Quito

La quebrada Carretas, en el norte de Quito, fue declarada en emergencia por el alto riesgo de que más tierras e incluso casas se vayan al barranco. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO

Más de 600 habitantes del barrio Puertas del Sol 2 de Carapungo, ubicado en el extremo norte de Quito, temen que su viviendas resulten afectadas por la inestabilidad del suelo.

La quebrada Carretas, que atraviesa el sector y que es parte de la cuenca del río Monjas, ha cedido a tal punto, que las casas podrían caer en cualquier momento.

Estefanía Pabón, presidenta del colectivo Luchando por las Quebradas, recuerda que la erosión de la quebrada empezó en 2004 cuando explotó un colector que la Empresa de Agua Potable instaló en uno de los taludes de la quebrada.“Desde entonces, comenzó a expandirse con rapidez".

Antes podíamos cruzarla, pero ahora hay un espacio de más de 25 metros y una profundidad que supera los 30 metros”, dice.

El patio de su vivienda se fue al barranco el 20 de octubre de 2021. Las autoridades municipales le indicaron que entre las alternativas su vivienda debía ser expropiada y a cambio la familia recibiría USD 8 000 por la vivienda.

"Esta medida molestó a las familias. El valor no representa lo que está avaluado por el Municipio", dijo Pabón.

Otra de las preocupaciones de los moradores es que del otro lado de la quebrada, en el sector Carretas C,  se está lotizando para 880 predios nuevos, pese a que la tierra es inestable y se está erosionando.

Angel Montalván, morador del sector, recordo que en octubre del 2021 más de 100 viviendas, al borde de la quebrada, fueron declaradas en emergencia debido al peligro de que se vengan abajo.

Proyectos de la Municipalidad

El pasado 14 de octubre de 2021, el Municipio de Quito entregó USD 2 millones a la Empresa Pública Municipal de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps) para intervenir la quebrada Carretas.

Son dos proyectos que Epmaps tiene previsto para este sector, sin embargo los trabajos recién iniciarían en agosto de este año.

Con el proyecto Interceptores se va a recaudar las aguas residuales y serán descargadas en una zona donde no exista viviendas.

El proyecto Bortice tendrá como objetivo que la quebrada vuelva a su estado normal, sin agua que afecte a los vecinos. 

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