Para cerrar el 2012, un nuevo problema se sumó a las interminables filas que se han formado esta semana fuera de los centros de revisión vehicular de Quito: en la Jefatura Nacional de Tránsito, en San Carlos, la atención anteayer y ayer fue irregular.
“Atiendan. Abran las puertas”, eran los gritos de aproximadamente 100 personas que se encontraban afuera del centro de matriculación, en donde, a partir de las 10:00 del sábado, no se permitió el ingreso de ningún conductor.
La razón, según los policías que se encontraban resguardando el sitio, fue que solo se atendería a 150 personas y que el sistema dejaría de funcionar a las 11:30. Esto pese a que en un documento firmado por Gustavo Hinostroza, director Provincial de Pichincha de la Agencia Nacional de Tránsito, se lee que la agencia atendería hasta las 12:00 del sábado.
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Molesto, Francisco Reinoso, uno de los conductores, contó que el viernes anterior decenas de personas no pudieron realizar sus trámites (principalmente para sacar la impronta). Esto debido a que a las 16:00 llegaron miembros de la Policía Nacional a sacar a los empleados del lugar, pues se les notificó el cese de sus funciones.
“Me quedé durmiendo en el taxi afuera del centro de revisión y resulta que hoy tampoco nos van a atender porque han despedido a los empleados”, agregó el hombre.
Los policías y guardias de la Jefatura informaron que el anuncio del cese de sus servicios a los empleados podría ser la razón para que se atendiera hasta las 10:00. La acción respondería al traspaso de competencias de tránsito de la Agencia al Municipio y que, en la matriculación, el Cabildo se hará cargo totalmente desde enero .
Carlos Páez, secretario de Movilidad, indicó que el próximo año, desde febrero, todos los procesos que se realizaban en la Jefatura se harán en un patio más amplio que se está habilitando en la terminal Quitumbe. La idea es que se resuelva el 70% de los trámites, incluyendo matriculación, renovación, inspecciones, entre otros, en los seis centros de revisión vehicular y el 30% de los procesos, como el cambio de dominio, en Quitumbe.
En los centros de revisión, la atención fue normal aunque también hubo largas filas. Allí estaba Jorge Llumi, de 44 años, quien salió desde Calderón en su furgoneta Toyota del 84, hasta el centro de revisión vehicular de La Pulida.
Llegó cerca del mediodía y se estacionó al final de una fila de más de 400 vehículos, que empezó en la calle Florencia Malo y se extendió por la Carlos Arteta. Él tenía plazo para presentarse por segunda vez hasta hoy, no lo hizo antes, dijo, por descuidado.
Unos 100 puestos más cerca del establecimiento estaba Jorge Campos, de 59 años, en un Nissan y contó que no pudo matricular su auto en mayo (cuando debía) porque no tuvo dinero.
Según el guardia del centro de revisión, el viernes atendieron hasta las 18:00 y decenas de conductores pasaron allí la noche. Fueron atendidos primeros, a las 08:00.
Esto mientras que en San Carlos, los conductores se abalanzaron a las puertas, gritando que no pagarán ninguna multa, porque aunque era el último día debía haber atención normal.