El suboficial mayor Víctor Toapanta cumplió 37 años trabajando en los bomberos. Foto: EL COMERCIO
Hace más de treinta años Jorge Pérez, Raúl Gudiño, Víctor Toapanta y Carlos Pilatuña, decidieron convertirse en ‘caballeros de fuego’.
Su carrera como bomberos arrancó con fuertes dificultades, las condiciones económicas que tenía su institución eran complejas.
“Dependíamos del Ministerio de Bienestar Social. En una oportunidad no recibimos salario durante tres meses y aun así continuamos en las filas”, recuerda el suboficial Pérez, quien prestó sus servicios durante 39 años.
Allá en 1979, comenta Pérez, solo existían cuatro estaciones de bomberos, a las que se les llamaba compañías, en las que trabajaban no más de 80 bomberos.
El suboficial Gudiño trae a su memoria el uniforme que usaban en esa época. Era sencillo: una camiseta roja y un jean, pero lo llevaban con honor, asegura.
En medio de los recuerdos, el suboficial mayor Toapanta comenta que cuando ingresó no habían botas para su talla, así que en una emergencia fue a una bodega tomó una bota talla 42, aunque calza 39, y encontró por suerte otra adecuada para su pie, pero estaba rota en la punta. “No importaban esos detalles, teníamos que trabajar”, señala Toapanta.
Para el año 2000 los bomberos sufrieron un nuevo remezón. La dolarización hizo que varios de sus compañeros dejarán su labor y buscarán un nuevo futuro. “Nos quedamos dos o tres en cada estación. Fue realmente duro”, asegura Toapanta.
Y aunque muchos piensan que la tarea de un bombero está únicamente ligada al fuego, los cuatro bomberos sostienen que han tenido que prestar su contingente en todo tipo de emergencias como inundaciones, accidentes de tránsito, rescates en montaña.
Después de tantos años de entrega, estos cuatro ‘caballeros de fuego’ colgaron su uniforme. Sintieron por última vez entre sus manos su casco y sus botas y se despidieron del lugar que los acogió.
Aseguran que se van felices porque pudieron palpar el crecimiento de su institución y anhelan que las nuevas generaciones de bomberos continúen trabajando con entrega y disciplina.
Actualmente el Cuerpo de Bomberos de Quito cuenta con 23 estaciones y 970 bomberos.