En el cruce de las calles Espejo y Flores, se sitúa el Convento de Santa Catalina de Siena, uno de los más antiguos de Quito (fundado en 1592). El complejo ocupa 8 500 m², tres cuartas partes de una manzana del tradicional barrio San Marcos. Tiene una iglesia monumental que fue restaurada y es depositario de valiosas obras de arte del barroco quiteño. Actualmente, está abierto un museo de cuatro salas, el cual alberga a más de 100 piezas, entre ellas esculturas, lienzos y telas de los siglos XVII y XVIII.
El Monasterio es conocido por la banca milagrosa. Sobre ella las mujeres rezan durante nueve días, con la esperanza de quedar embarazadas. Las monjas permanecen enclaustradas.