La Revisión Técnica Vehicular (RTV) es un dolor de cabeza para Quito. Ahora mismo está a punto de terminar el contrato con la empresa que brinda el servicio y no hay claridad sobre lo que pasará después. Para Cayambe, en cambio, la RTV ha dejado más de USD 2, 5 millones de ganancia desde 2020.
¿Por qué? Q1
Probablemente porque en Cayambe hubo la decisión de hacerlo con manos propias y no delegar esa función. Hasta antes del 2020, únicamente se hacía una revisión visual, pero la ANT emitió una resolución y en lugar de contratar a una empresa para que brinde ese servicio como ha hecho la mayoría, decidimos nosotros organizarnos y hacerlo por cuenta propia.
¿Cuál fue el primer paso que tomaron?
Luego de decidir debimos asesorarnos y buscar opciones para arrendar los equipos. Buscamos a las empresas y con un proceso de compras públicas, con todos los requisitos legales, contratamos a una empresa para que nos rente lo que se conoce como línea semi-móvil. Se trata de un sistema que puede operar y que necesita solo de un espacio como un patio y una rampa.
¿Cuántos aparatos rentaron y cuánto costó?
Fueron ocho aparatos para revisar frenos, luces, velocímetro, etc. Y pagamos alrededor de USD 8 700 al mes por la línea de revisión. Pero además pagábamos USD 1 700 por el arriendo de un espacio, de la infraestructura. Así empezamos.
¿Cuánto personal necesitaron?
Obviamente debimos contratar un par de técnicos. Eran personas que tenían experiencia en Quito porque habían trabajado en lo que era años atrás la Corpaire, y ellos enseñaron al resto.
Eran cinco técnicos de revisión, dos conductores de vehículos con licencia profesional y licencia tipo D. Todos fueron capacitados con ingenieros de la Escuela Politécnica Nacional.
¿Cuánto gastaban en sueldos?
Los técnicos ganaban cerca de USD 900, y los conductores USD 560.
Ya con las cifras claras sobre cuánto se pagaba en operación, sueldos y renta de espacio y equipos, ¿cuánto eran los ingresos?, ¿cuántos vehículos tiene Cayambe?
Tiene 18 000 vehículos, pero atendíamos a más. El año pasado que ya se tuvo normalidad luego de la pandemia atendimos a más de 36 000. La mayoría vino de Quito porque la ley permite pasar la revisión en otros cantones.
Para poder duplicar el número de atenciones dábamos facilidades a quienes venían de Quito. Por ejemplo, si sus autos no pasaban por alguna falla tenían la opción de ir a cualquier mecánica cercana, arreglar el vehículo y volver ese mismo día sin hacer fila. Además, llegamos a acuerdos con gente del taxismo. Eso nos ayudó a aumentar las atenciones.
Apenas ustedes empezaron a atender vino la pandemia. ¿Cómo les afectó?
Iniciamos en febrero del 2020 y la pandemia empezó en marzo. Se cerró la empresa por tres meses y estuvimos al borde de pedir auxilio a la municipalidad para pagar los sueldos y las rentas, porque nuestro personal se puso a ayudar a los controles en pandemia, a la desinfección de vehículos, controles de placas… Reiniciamos en julio de 2020 y pudimos nivelarnos.
¿Qué pudieron hacer con las ganancias?
Aparte de pagar lo sueldos y los servicios, pudimos construir la infraestructura en la que actualmente brindamos el servicio. Dejamos de rentar el edificio, el Municipio tenía un terreno de dos hectáreas y nosotros construimos un edificio y el centro de revisión en 1,2 hectáreas para que allí opere la secretaría y la RTV.
Nuestro centro tiene tres líneas para hacer el control. Actualmente solo funciona una por la demanda, pero si aumenta hay dos carriles más que solo necesitan equipos y estarían listas para servir.
¿Cuánto costó esa construcción y la compra de los equipos?
Un poco más de USD 1,5 millones costó toda la infraestructura. En los equipos se nos fue USD 211 000. Son equipos marca Maja, que están homologados por la ANT.
¿Y ese dinero salió únicamente del servicio de la RTV?
Sí. Por fortuna llegaron muchísimos autos de Quito y nosotros hemos tenido que trabajar, incluso, fines de semana. Pero además de esa inversión dejamos a la actual administración un saldo positivo de USD 840 000.
¿Cuánto aproximadamente les quedaba de ganancia cada mes?
Dependiendo del mes había un superávit de entre USD 60 000 y 100 000. Desde el 2020 hasta inicios de este año (tomando en cuenta la pandemia) obtuvimos a favor más de USD 2,5 millones. Eso evidencia que manejar directamente la RTV es positivo para los municipios. Cuando se entrega a un privado, ellos se quedan con más del 80 o 90% de las ganancias.
¿Cuál sería la recomendación para Quito?
Que tome la decisión de manejar con mano propia la RTV. Pero eso sí, hay que hacerlo con transparencia y honradez, caso contrario no funciona.
Le he escuchado al nuevo alcalde de Quito, Pabel Muñoz, que analiza la posibilidad de entregar la revisión a mecánicas autorizadas, lo cual también es una alternativa, pero de ser así, seguirá en manos privadas. Les invito a tomar el buen ejemplo de Cayambe.
La administración directa puede ser beneficiosa, más con los casi 500 000 autos que tiene Quito. La capital está perdiendo plata delegando el servicio. Podrían obtener mucha ganancia e invertir en obras para mejorar la movilidad de Quito.
Su hoja de vida
- Agustín Novoa, exgerente general de la Empresa Pública Municipal de Movilidad de Cayambe.
- Es ingeniero en administración pública.
- Entre los cargos que ha ocupado están: vicealcalde de Cayambe, concejal de Cayambe y director administrativo del Municipio de Cayambe.
- Con él a la cabeza el Municipio empezó a brindar el servicio de Revisión Técnica Vehicular, el 3 de febrero del 2020.
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