En Turubamba, las cinco casas que están en estado crítico y que deben ser derrocadas, deberán ser desalojadas hasta hoy.
El viernes pasado, el Municipio notificó a los propietarios que tenían 72 horas para abandonar las viviendas.
La medida no satisface a los afectados, entre ellos Mónica Cabascango, para quien el Municipio no asume su responsabilidad en el hundimiento y fisuras de las casas. Ella se mantiene en que los problemas empezaron hace un año, por la construcción de un colector. Según el informe técnico que presentó el Cabildo, los problemas en las casas se deben a la inestabilidad del terreno, pues Turubamba se asienta sobre suelo pantanoso, vertientes y lagunas.
El viernes pasado, los cinco perjudicados también mantuvieron una reunión con Lourdes Rodríguez, secretaria de Seguridad y Gobernabilidad. El propósito era definir acciones para la reconstrucción de las viviendas.
A decir de Cabascango no se llegó a nada concreto, les volvieron a mostrar el resultado del estudio técnico. En la cita, Rodríguez ratificó que gestionará recursos ante la Secretaría de Riesgos y el Ministerio de Vivienda para conseguir un bono de hasta USD 12 000, que ayude a las familias.
A los perjudicados les indicaron que esos trámites se realizarán durante esta semana.
“Ya no buscamos culpables, necesitamos soluciones. Solo pedimos que nos devuelvan nuestras casa como estaban”, dijo Cabascango. Su familia ya desalojó su casa de dos pisos, arrendó otra en un condominio y pagan USD 180 al mes por el alquiler.
En la casa de Carlos Pallasco, otra de las que deben ser derrocadas, viven tres familias. Sus dos inquilinos tenían previsto desocupar el fin de semana.
Pallasco anunció que saldrá solo cuando el Municipio defina una ayuda concreta.
Una tercera familia afectad es la Montenegro, quien pidió al Municipio 15 días más de plazo, hasta buscar otro domicilio.
Las cinco familias se volverán a reunir con la Secretaría de Seguridad para conocer los avances de la gestión de los recursos. La fecha aún no está definida.