Una imagen que se repite en calles y avenidas transversales, durante las horas pico: la de largas filas de vehículos, conductores estresados, disputas por avanzar, abusos del pito.
Desde las avenidas Del Maestro (norte) hasta la Morán Valverde (sur) se han identificado alrededor de 70 intersecciones conflictivas en que transitan en sentido este-oeste y viceversa.
En algunos sectores específicos los trancones son inevitables. Así lo ha notado Édison Muñoz, de 32 años, quien labora en una dependencia privada ubicada en los alrededores del Colegio 24 de Mayo. Cuatro veces por semana, él debe trasladarse desde su sitio de trabajo hasta su domicilio, localizado a la altura de Miraflores.
Su trajín empieza en la av. 6 de Diciembre, hasta llegar a la altura del estadio Olímpico. Una vez allí, sabe que tardará entre 10 y 15 minutos en avanzar a la avenida América, por la Naciones Unidas. En un recorrido realizado por este Diario, se comprobó que en ese tramo, en sentido este-oeste, los vehículos logran avanzar 100 metros en un tiempo estimado de tres a cinco minutos.
Esto se debe al flujo vehicular que cruza por las intersecciones viales de las avenidas De los Shyris, Amazonas, 10 de Agosto y América. Por esta razón, los conductores deben esperar más tiempo que de costumbre al cambio de luces en los semáforos del sector. Un hecho a considerar es la presencia de buses urbanos que, en horas pico, circulan por el carril derecho a menor velocidad.
Otro punto crítico está más al sur, en la av. 6 de Diciembre, a la altura de la Plaza Argentina. En ese sector se forma un cuello de botella entre los conductores que se dirigen al túnel Oswaldo Guayasamín, y quienes optan por avanzar hasta la av. De los Shyris. “En este sector el tránsito es insoportable“, comentó un chofer que se dirigía hasta la Plaza Artigas, en las avenidas. Colón y 12 de Octubre.
Algo similar se registra a lo largo de la av. De la República. En esa arteria vial, se notó la poca presencia de Agentes Civiles de Tránsito que colaboren con el control del tránsito. Ayer, 2 de abril, por ejemplo, solo había un uniformado en la intersección con la av. Eloy Alfaro.
Pero, sin duda, uno de los sectores más conflictivos está en la calle Ladrón de Guevara y avenida Patria, en el centro norte. A la altura del Coliseo General Rumiñahui, se complica la circulación por la presencia de unidades de transporte que avanzan hasta el valle de Los Chillos. Además, hay constantes pugnas entre conductores para avanzar a la calle Queseras del Medio, para posteriormente ir hasta la av. Velasco Ibarra.
Al oeste, los choferes tardan un promedio de 10 minutos en avanzar desde el parque El Ejido hasta el Hospital Militar.
Posibles soluciones
Para Juan Zapata, experto en movilidad, una de las alternativas para remediar las congestiones en las vías transversales es aplicar las llamadas ‘olas verdes‘ en los semáforos. “Se ha trabajado mucho en el tema de los corredores longitudinales, pero las vías transversales como que no tienen ese sincronismo”. A su criterio, el Cabildo cuenta con la tecnología que permita aplicar esta medida.
En entrevistas pasadas, representantes de la Epmmop, indicaron que hasta mediados de este año se completaría la instalación del sistema de semaforización adaptativo.
Estas escenas y molestias se repiten en el sur. A las 07:30, un bus de transporte urbano tarda 20 minutos en transitar desde la av. Mariscal Sucre hasta el redondel de la Villa Flora. En este tramo de 1,25 kilómetros, el bus cuenta con seis paradas para pasajeros. Un carro particular lo hace entre 10 y 12 minutos.
Juan Paredes, conductor, contó que cuando hay muchos carros si le toma hasta 20 minutos cruzar esta avenida. Pero fuera de horas pico lo hace hasta en seis. Dice que sería mejor que no hubiera tantos semáforos. En la av. Alonso de Angulo la congestión en las horas pico se registra desde el redondel de la Atahualpa hasta la av. Maldonado (1,36 km).
Cuando la carga de tránsito va hacia la Villa Flora el punto más conflictivo está a la altura de la Concha Acústica. En este sitio hay carros que giran hacia la izquierda, por lo que por momentos, frenan el paso.
Para Samuel Rodríguez, taxista, el tramo más congestionado está entre la calle Lauro Guerrero y el redondel de la Atahualpa, en las noches. Ingresar a la avenida Tnte. Hugo Ortiz es un trámite. Este tramo lo cruza en 10 minutos. Recalcó que los sábados esta vía se vuelve un caos.
Hernán Jácome, conductor, considera que la avenida Ajaví es la más conflictiva para cruzar de occidente a oriente en el sur de la ciudad. Contó que el sector del colegio Consejo Provincial es el más complejo, sobre todo en los horarios de ingreso y salida de los estudiantes, en las mañanas de 07:00 a 08:00 y al mediodía desde las 12:30 hasta las 13:30.
Según el conductor, los carros se colocan a un lado de la vía para dejar a las estudiantes, lo cual resta un carril. “Hace falta control de los agentes civiles para dar más fluidez.
En contexto. El Distrito Metropolitano tiene un registro de 430 000 vehículos. Los semáforos programables se instalan en 600 intersecciones para “gestionar una mejor movilidad”. En las vías transversales del centro norte, la mayor carga de tránsito es en sentido oeste-este.
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