A lo largo de 8 km en las calles del Centro Histórico , miles de fieles católicos demostraron su devoción con rezos, ofrendas y actos de penitencia. La procesión Jesús del Gran Poder cumplió ayer 51 años.
A las 10:00, cientos de cucuruchos y verónicas partieron de la plaza de San Francisco, por la calle Bolívar. Con atuendos morados, los tradicionales personajes caminan junto a las imágenes de Jesús, la Virgen de los Dolores y San Juan, en señal de expiación por sus pecados.
Patricio Bonilla lleva 14 años participando en la procesión. Él estaba vestido de cucurucho. Desde el 2009, su hijo Joel, de 7 años, lo acompaña a la procesión. El menor usó un traje blanco y una corona hecha con ramas de tomate de árbol, para representar a Jesús. “La fe nos da fuerza para seguir adelante”.
Durante la mañana los asistentes debieron soportar un intenso sol. En el recorrido de retorno el cielo se había nublado.
Los devotos católicos que acompañaron la procesión se tomaron las calles y balcones para ver pasar al Nazareno.
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