Familiares de Virginia, la niña de 4 años que murió el lunes 25 de enero, velan el cuerpo en una vivienda ubicada en La Ecuatoriana, en el sur de Quito. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
En un pequeño ataúd blanco reposan los restos de Virginia, la pequeña de 4 años que murió por múltiples golpes en su cuerpo.
Desde la mañana de este miércoles 27 de enero, familiares velan el cuerpo de la pequeña, en una vivienda ubicada en La Ecuatoriana, en el sur de Quito.
Verónica, tía de ‘Vicky’, como llamaban en casa a la menor, comentó a EL COMERCIO que Fernanda, su hermana, perdió hace un año y medio a su esposo. Desconocidos intentaron robarle y lo apuñalaron.
Meses después conoció a Cristian, su actual pareja. Los dos ahora permanecen con prisión preventiva por la muerte de Virginia. La Fiscalía los considera los presuntos autores de los golpes perpetrados contra la pequeña.
“Fernanda necesita ayuda psicológica. Ella está consternada. No es posible que se haya cegado tanto por un hombre. Antes de ser mujer hay que ser madre”, dijo Verónica. La Dirección de Delitos contra la Vida, en un informe, indicó que el padrastro de la niña no pudo justificar los golpes que tenía, únicamente indicó que se había caído. También señalaron que él y la madre se contradijeron en sus versiones.
Virginia falleció la tarde del lunes 25 de enero. Llegó sin signos vitales a un centro de salud ubicado en Solanda, en el sur de la ciudad. Tenía hematomas en el cráneo, boca, tórax y en los muslos de ambas piernas.
Según el informe médico legal, los golpes laceraron el corazón de la menor y tuvo una hemorragia aguda interna. Su muerte fue violenta, concluyó la perito que examinó el cuerpo de la niña.
Hoy, a partir del mediodía, los restos de Virginia serán trasladados al cementerio de San Diego, en el centro de Quito.