En el Albergue San Juan de Dios, centro de Quito, la meta es repartir 5 000 raciones de comida, hasta el 6 de enero. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Más de 10 niños ansiosos se formaron en cada una de las cuatro filas, ubicadas en la cancha de San Luis de Chillogallo Alto, en el sur de Quito. A las 08:00 del jueves, los pequeños empezaron a llegar para recibir una funda de caramelos y un juguete. Para varios de ellos será lo único que tendrán en esta Navidad.
En ese barrio, con calles cubiertas de lodo por la lluvia y casas que combinan bloques, madera y plástico, vive Gloria Salazar, junto con otros 14 familiares, entre hijos y nietos. Una de sus niñas, de 12 años, ha perdido parte de su visión y otro tiene ataques epilépticos.
La falta de recursos no ha permitido a esta madre de familia buscar atención médica. En esta pandemia, relató, ella y sus hijos han sobrevivido con lo poco que gana lavando ropa o arreglando casas.
En medio de la pandemia, organizaciones locales e internacionales están llegando a estas familias con obsequios, a propósito de la temporada.
Hasta la vivienda de Gloria llegó la Fundación Jonathan, que le regaló una cocina y una cama, enseres que le hacían falta. “Cocinaba con leña”, dijo. También repartieron regalos a los niños y unos 15 kits de alimentos a adultos mayores y personas con discapacidad.
Este año los esfuerzos se redoblaron a causa de la pandemia, señaló Katalina Avilés, directora de la fundación. Desde que llegó el coronavirus al país, “apoyamos a 50 000 familias de 120 barrios de Quito, incluidas zonas rurales y valles”.
Les llevaron alimentos, sillas de ruedas, pañales, tanques de oxígeno, camas, medicinas, computadoras, insumos de bioseguridad. Son donaciones que reciben de empresas privadas y familias solidarias.
A todos esos sitios, señaló Avilés, prevén llegar hasta enero del 2021, con nuevas ayudas. Por ello, precisó la Directora de la fundación, solicitan el apoyo de la comunidad y las empresas privadas y públicas. Les apoyan con víveres de primera necesidad como arroz, azúcar, aceite, atún y lenteja; además con pañales, artículos de aseo, caramelos, juguetes o ropa en buen estado.
También reciben ayuda económica, para la medicina y el tratamiento de niños con leucemia o insuficiencia renal.
Personas que viven en la calle o que piden caridad son la razón del trabajo de otras organizaciones. El Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) ha atendido a “2 900 ciudadanos en situación de calle en este año”. Y prevén que la cifra se incremente en un 20% hasta fin de este mes, señaló su titular, Vicente Taiano.
En sus recorridos para ayudar, el Albergue San Juan de Dios ha notado que las necesidades aumentaron en la pandemia, contó Leonor Bolaños, coordinadora de donaciones.
En el parque El Ejido, por ejemplo, entregaban una vez por semana alrededor de 50 raciones de comida para quienes habitan en el lugar. Hace 15 días apoyaron con 100.
El albergue promueve una campaña navideña para entregar 5 000 porciones de comida a personas vulnerables hasta el 6 de enero. Para eso ya recorren la urbe en busca de quienes se ubican en plazas, parques o exteriores de iglesias.
El albergue recibe alimentos para preparar la comida. Pero requiere aportes económicos para comprar productos que no son donados, principalmente la proteína de cada ración (res, pollo, pescado, etc.)
Esto lo ejecutan tras superar un brote de covid-19, en el que resultaron contagiadas más de 20 personas, entre usuarios internos, que son adultos mayores con discapacidad, y colaboradores que los atendían.
Desde entonces, señaló Bolaños, no han podido recibir a quienes necesitan un sitio para comer o dormir como lo hacían antes del coronavirus, cuando atendían hasta 300 personas. “Somos responsables de 32 adultos que viven acá y debemos seguirlos cuidando con estrictas medidas”.
Desde Aldeas Infantiles SOS se invita a sumarse a la campaña Hagamos Algo. Piden que la solidaridad de la temporada se mantenga aportando a causas a lo largo de todo el año.
Por ejemplo, explicó Emilio Carrillo, director del programa en Guayaquil, hacen una invitación para apoyar la prevención de la violencia intrafamiliar; se acompaña a hogares vulnerables y a niños que están en casas de acogida.
Los interesados pueden hacer donaciones permanentes a la organización (Amigos SOS), adquirir tarjetas navideñas o realizar aportes económicos a la cuenta de Aldeas Infantiles.
Todo el dinero se destina a gastos de alimentación, educación, vivienda y vestimenta, precisó Carrillo. “Estas son necesidades que tienen los niños durante todo el año cuando están en casas de acogida”.
Algunas opciones para donar
Childfund mantiene programas de salud, nutrición, educación y prevención de la violencia para la primera infancia. En donaciones.childfund.ec se puede aportar por única vez o cada mes USD 10, 15 o más. Benefician a 18 000 niños de 574 comunidades en Carchi, Imbabura, Pichincha, Cotopaxi y Tungurahua.
Care Ecuador brinda asistencia a quienes viven en la calle, migrantes, refugiados, o que han sido sacadas de viviendas arrendadas y a mujeres víctimas de violencia. Ayude en www.care.rg.ec. Ofrecen USD 120 para necesidades inmediatas y tarjetas de USD 15 a 25, para mascarillas.
La Fundación Ayudemos a Vivir organiza un homenaje navideño para niños, jóvenes y adultos con discapacidad severa que atienden desde 1966. Las ayudas se reciben en la cuenta de ahorros del Banco Pichincha 3120812600, a nombre de la Fundación Ayudemos a Vivir, con RUC 1791923251001.
‘Navidad es donar cabello’, dice la Fundación Dibuja Una Sonrisa. Dicen: 20 centímetros de cabello pueden ser el regalo. Han entregado 1 600 pelucas a pacientes oncológicos con el Banco Nacional de Pelucas. Mire www.dibusonrisas.ong.
‘Regala Emociones’ dice la invitación de Jóvenes contra el Cáncer. Piden aportar para que uno de sus ‘guerreros’ pueda compartir con su familia. Más información en el 0998126082. Piden colaborar para tener canastillas con arroz, azúcar, atún, galletas, con menos de USD 15.
Misión Navidad sin Mendicidad es la campaña de Gobierno. Se puede dar alimentos no perecibles en todas las direcciones distritales del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES). Las donaciones se entregarán a las familias de sectores y comunidades de 28 cantones seleccionados.
No regale lo que le sobra
Las monedas que se dan a quien pide caridad incentivan delitos como explotación infantil y trata de personas.
Ropa o enseres de hogar que done tienen que estar en buen estado, aptos para el uso; no prendas rotas.
Si entrega donaciones en centros de ayuda o en la calle, use mascarilla y mantenga la distancia mínima.
Insumos de bioseguridad como alcohol y mascarillas también hacen falta en fundaciones de apoyo social.