El gral. (r) Euclides Mantilla (i), futuro secretario de Seguridad, acompañó a Yunda a su reunión con la ministra Romo. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Delegados de la Policía Nacional, el Ministerio del Interior y el equipo del alcalde electo de Quito, Jorge Yunda, formarán mesas de trabajo para definir tareas específicas para mejorar la seguridad en el Distrito Metropolitano.
A ese acuerdo llegaron ayer 23 de abril del 2019 la ministra del Interior, María Paula Romo, y Yunda. Aunque él se posesionará el 14 de mayo, el plan es que estas mesas se instalen ya, para que el trabajo se aplique desde el inicio.
El turismo es uno de los puntales para Quito, según el Alcalde electo. Por ello, cree que hay que recuperar la tranquilidad para que la urbe sea una metrópoli viva, las 24 horas. Para eso se debe “abolir la ‘hora zanahoria’ e instaurar la ‘hora borojó”. Dice que es necesario rever la normativa que obliga a los sitios de diversión nocturna cerrar a las 02:00. También, analiza una consulta popular, para permitir que Quito tenga de nuevo casinos.
Yunda tocó esos temas al final de una reunión de dos horas, en la que el general Víctor Aráus, comandante de Policía del Distrito Metropolitano de Quito, expuso un informe sobre la seguridad local.
Informó, por ejemplo, que no se puede hablar en general, porque cada sector tiene sus particularidades. La Policía ha atendido 120 779 llamadas de auxilio en el primer trimestre del 2019 y en la mayoría eran pedidos de patrullaje policial en un sector, quejas por libadores y escándalo público.
Si bien el consumo de alcohol existe en todo el Distrito, Aráus explicó que esta problemática se evidencia más en las administraciones Manuela Sáenz y Eugenio Espejo.
En otros sitios, como la calle Michelena y el sector de la Atahualpa, en la administración Eloy Alfaro, hay males como el microtráfico. También se refirió a que La Mariscal debe ser atendida como ciudad pequeña, con sus propias costumbres e intereses.
Quito tiene 12 800 policías que se enfocan en distintas áreas de trabajo. En la ciudad, donde la mayoría de delitos se comete los viernes y sábados, se requiere personal que vigile eventos religiosos, artísticos, sociales y políticos.
Aráus dijo, por ejemplo, que en la marcha en contra del presidente Moreno de la semana pasada, 800 policías se concentraron solo en el operativo en el Centro Histórico.
En la reunión se analizaron varios puntos relacionados con la seguridad. Uno de ellos es el tema de la justicia.
Romo contó que mantendrá reuniones con el Consejo de la Judicatura para analizar casos que demoran los procesos. Por ejemplo, explicó que a un policía que aprehende a un sospechoso le toma 12 horas concluir el papeleo y eso significa estar fuera de servicio. A veces, incluso, el policía invita a comer al detenido, porque no puede tenerlo tanto tiempo sin alimentarse.
Los 21 concejales electos fueron invitados, pero llegaron nueve: Santiago Guarderas y René Bedón, de Unión Ecuatoriana; Diego Carrasco y María José Plaza (alternos de Luz Elena Coloma y Eduardo del Pozo, de Creo), Analía Ledesma, Bernardo Abad y Mario Granda, de Izquierda Democrática; y Édison Carrillo y Juan Manuel Carrión, de Concertación. No asistieron los ediles de Compromiso Social, del bloque correísta.
Una de las acciones concretas que requiere la ciudad es la renovación de las cámaras de videovigilancia del 911, que según Romo están por cumplir su vida útil. Ella señaló que en algunas ciudades, las alcaldías se harán cargo de la compra. Para la Ministra, en materia de seguridad no es importante solo el número de policías sino la tecnología. Por ello subrayó que se necesitan cámaras que permitan identificación facial y de placa de autos, por ejemplo, para que sean mucho más efectivas.
El general (r) Euclides Mantilla será el secretario de Seguridad del Municipio. Dirigió el Grupo de Intervención y Rescate por 10 años, fue comandante de Policía de Guayas, director general de Operaciones e Inspector General de la Policía. Dijo que es urgente que se mejore el control de armas en Quito y eso incluye conocer quién administra polígonos de tiro en la ciudad, cómo funcionan y a quién instruyen.
Yunda aceptó que el Municipio puede aportar con mantenimiento de espacios públicos, iluminación y normativas que ayuden a mejorar la seguridad. Romo pidió considerar la prohibición de ventas ambulantes afuera de instituciones educativas, para evitar que en ella se camufle el microtráfico. Es importante, dijo, volver a ver a la seguridad como una tarea compartida.
En la nueva Alcaldía hay predisposición para buscar soluciones a la inseguridad y que en Quito se pierda el miedo. “Es la primera vez que me siento tan seguro, rodeado de generales”, bromeó Yunda. Su visión fue la del ciudadano: “Tres veces han robado mi casa y la última, con violencia. Le apuntaron con pistola a mi hijo”. Para él, es necesario mejorar los procesos porque las denuncias no han servido. Le ofrecieron asignar un agente y eso jamás sucedió.