La reestructuración del sistema de transporte público en Quito está en el centro del debate. El Trole es parte del Sistema de Transporte Municipal. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.
La reestructuración del sistema de transporte público en Quito está en el centro del debate. Con la posible construcción del Metro, la ampliación del Trolebús, la reorganización de las rutas convencionales de buses y los nuevos planes de movilidad se apunta hacia un mismo horizonte: el sistema integrado de transporte.
Este mecanismo plantea articular todas las formas de transporte. El objetivo es cubrir toda la demanda de este servicio.
Actualmente, según la Encuesta de Movilidad del Distrito de los 4,2 millones de viajes que se hacen a diario en Quito, 2,2 millones se los realiza en transporte público.
La gente se mueve en una flota de 3 068 unidades del sistema de transporte metropolitano y de los buses convencionales.
El primer sistema, con 577 unidades, cubre los ejes longitudinales como las avenidas Pedro Vicente Maldonado, Napo, Mariscal Sucre, 10 de Agosto, De la Prensa, 6 de Diciembre. Para acercar a la gente a sus destinos se usan alimentadores. En estos se hacen 191 324 viajes cada día.
En el resto de buses circulan, en ciertos tramos, por los ejes longitudinales del sistema metropolitano, ejes transversales y sectores que están en los extremos de la ciudad. Cada día, en estos medios se hacen 1,2 millones de desplazamientos.
La posible incorporación del Metro plantea un nuevo esquema. Este medio sería la columna vertebral del transporte. Movilizaría a 500 000 usuarios por día.
Édgar Jácome, exgerente de la Empresa Metro de Quito, menciona que el resto de pasajeros debería utilizar otros subsistemas: Metrobús Q (Trolebús, Ecovía, Corredor Central Norte, Corredor Sur Oriental y Corredor Sur Occidental); y buses convencionales, que deberían circular por las rutas longitudinales que no están cubiertas y las rutas transversales.
Los pasajeros tendrían la opción de hacer trasbordos en las paradas de integración ubicadas en: Quitumbe, El Recreo, La Marín, La Magdalena, El Labrador. “La integración no será solo física, sino también tarifaria”, sostiene Jácome.
La implementación de este sistema integrado debe tener como principio acercar el servicio a los usuarios. Cristóbal Buendía, presidente del Observatorio Ciudadano de Movilidad, explica que para la aplicación se debe tomar en cuenta las particularidades de la movilidad en Quito. Hay que satisfacer las necesidades de los principales usuarios: estudiantes, amas de casa, jubilados, etc.
Los nuevos proyectos (metrocable, trenes de cercanía) se deben también ejecutar bajo este principio. Jean Pol Armijos, secretario de Movilidad, informó que se trabaja en la reestructuración del sistema actual. La propuesta es reorganizar los buses convencionales y potenciar el transporte integrado.